"Aquí no enseñamos a nadie a pelearse, sino a evitar la pelea y en caso de que se produzca una agresión como zafarse, escapar y pedir ayuda". Eran las palabras de Jesús José González Tejada, comandante jefe de Operaciones de la Comandancia y el interlocutor policial territorial sanitario de la provincia (la capital tiene otro de la Policía Nacional), poco antes de que los tres instructores de la Benemérita impartieran la formación a un grupo de médicos dentro del plan contra las agresiones a médicos y enfermeras.

"Se puede entrenar la prevención del conflicto. Hay unas técnicas de cómo hablar a la persona, cómo tener una actitud tranquilizadora, cómo colocarse, posiciones corporales, el lenguaje no hablado, la disposición que tenemos que tener en un despacho, evitar objetos peligrosos a la vista, como tiene que estar dispuesto para facilitar la salida de esa persona para poder pedir ayuda, una serie de cosas", explicaba González Tejada.

La formación teórica se llevó a cabo en el Colegio de Médicos y la práctica en el Cuartel de la Guardia Civil.El curso, explica Silvia Ferrero

, vocal del Colegio y miembro del grupo de profesionales interesados en profundizar sobre el asunto, ya que ella misma ha sufrido un percance explica que "el curso lo organizamos por la creciente incidencia de agresiones al personal sanitario, que tristemente tienen el resultado que estamos viendo, fatal tanto para el facultativo como para sus familias. Es una lacra bastante encubierta, pasa desapercibida, pero nos está doliendo desde la Organización Médica Colegial y más concretamente desde la provincia de Zamora, pequeña pero que por desgracia también estamos teniendo casos de agresiones a facultativos". Ferrero insistió en la importancia de la denuncia para resolver el problema.