Cuando se cumplen 40 años de la existencia de los ayuntamientos democráticos, la reforma de la financiación local sigue siendo una reivindicación y la principal asignatura pendiente para los ayuntamientos. También para los de la provincia de Zamora.

Así lo entienden los alcaldes de los principales municipios, que consideran la falta de financiación local el problemas más importante de las entidades locales.

El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, explica que cuando comenzó la democracia hace 40 años, la idea era que los ayuntamientos gastaran el 30% del gasto público, otro 30% lo gastarían las autonomías y otro 30% el Estado. Sin embargo, "los ayuntamientos se han quedado apenas con el 13% del gasto".

Frente a esto Guarido apunta que los servicios que prestan los ayuntamientos no hacen más que aumentar porque así lo demandan los ciudadanos. "Todos los ayuntamientos tienen un problema de financiación, también el de Zamora aunque tenga una situación económica que hemos logrado equilibrar y sanear en estos últimos cuatro años", destaca.

El alcalde de Benavente, Luciano Huerga, también alude a la "deficiente" financiación para la prestación de servicios. "Hemos demostrado durante estos 40 años que los ayuntamientos somos grandes gestores económicos y de desarrollo. Si hay una administración cumplidora durante la crisis y que ha sacado adelante las cuentas y los resultados han sido los ayuntamientos", defiende el regidor benaventano.

Por su parte, el alcalde de Toro,Tomás del Bien, entiende que los consistorios han ido adquiriendo competencias en este tiempo y que la financiación es insuficiente. "Las administraciones superiores tienen que ayudar más a los ayuntamientos porque además es la administración más saneada", destaca Tomás del Bien, algo en lo que también incide el alcalde de Puebla de Sanabria, José Fernández, que es partidario de que la financiación local tuviera en cuenta aspectos como la dispersión y la despoblación. "No puede ser que el único criterio o el más importante sea el de población porque recibimos por habitante bastante menos que una ciudad, cuando los servicios son mucho más caros", manifiesta.

Pero este no es el único problema que señalan los alcaldes, que también piden la reforma de la conocida como Ley Montoro para tener libertad de gasto y poder realizar inversiones. "El segundo problema que tenemos es que cuando haces las cosas bien y logras estabilidad presupuestaria y quitar la deuda, el techo de gasto nos impide incluso gastar lo que tenemos", considera Guarido, quien confía en que esta situación cambie. En este sentido, el alcalde de Puebla cree que la Ley de Racionalización y Sostenibilidad es "una lacra" para ayuntamientos que tienen superávit y que han sabido gestionar.