El 1 de abril de 1939, "cautivo y desarmado el ejército rojo", Francisco Franco dio por zanjada la Guerra Civil que le permitió establecer una dictadura en España hasta el año 1975. Pero la represión continuó. Según las cifras oficiales, solo en Madrid, fueron ejecutadas cerca de 3.000 personas tras las sentencias posteriores a la contienda, entre mayo del 39 y 1944. En ese listado aparecen hombres y mujeres de diversas procedencias y con acusaciones variopintas. Entre ellas, 19 zamoranos.

Su recuerdo regresó recientemente a la memoria gracias a la idea del Ayuntamiento de Madrid de construir un monumento en el cementerio de la Almudena que recordara a aquellas víctimas de la posguerra. Pero la iniciativa ha tenido poco recorrido. Con el cambio de mando en la capital, el nuevo equipo de Gobierno tomó la decisión de retirar las placas colocadas para darle un nuevo enfoque a este homenaje. Según se ha publicado en los medios nacionales, el próximo memorial contará con la siguiente inscripción: "El pueblo de Madrid a todos los madrileños que del 36 al 44 sufrieron la violencia por razones políticas, ideológicas y religiosas. Paz, piedad y perdón".

De este modo, la presencia de los nombres de los 19 zamoranos represaliados por el franquismo ya han sido borrados de la Almudena. Sus identidades son conocidas y su rasgo común, aparte de su procedencia, es que perecieron a manos de la dictadura en los años posteriores al final de la guerra. Es el caso de Josefa Rodríguez Fernández, Ángel Pedrero García, Vicente Rueda Fernández, José de la Mano Gago y Diego Mosquera Blanco (Zamora capital); José Benavente Valderrama y Ángel Baquedano Mañanes (Benavente); Gabriel Delgado Macías (Vezdemarbán); Agripino Laperal Iglesias (Madridanos); Fidel González González, Dionisio Morais Posada y Antonio Menchero Lillo (Moraleja del Vino); Félix Ramos Luelmo (Morales del Vino

Entre los datos oficiales, aparece reflejado que las víctimas fueron ejecutadas, generalmente, a través del fusilamiento, aunque algunos, como Ángel Pedrero, tuvieron que sufrir el temible garrote vil. En cuanto a las edades, la horquilla muestra a personas de entre 25 y 57 años; algunas de ellas muy vinculadas a las actividades del bando republicano durante la guerra, y otras que tuvieron menos peso en la contienda.

Entre los personajes más conocidos, según explica el portavoz del Foro por la Memoria de Zamora, Eduardo Martín, se halla, por ejemplo, Vicente Rueda, un dirigente del Partido Comunista en la provincia, que se movió a la zona republicana cuando la ciudad cayó en manos de los sublevados, en las primeras horas tras el golpe. Fue fusilado, a los 27 años, el 9 de agosto de 1940.

En el caso del ya citado Ángel Pedrero, Eduardo Martín señala que el zamorano formó parte del servicio de información militar del bando republicano. En los últimos días de la contienda, trató de salir de España a través del puerto de Alicante, que "se convirtió en una ratonera" y supuso, para muchos, la detención y la posterior condena a muerte. En este caso, el final llegó el 4 de marzo de 1940.Martín subraya que Pedrero se encuentra entre los casos "controvertidos" del memorial

, por el tipo de delitos cometidos. Ahora bien, algunas de las víctimas de las ejecuciones pagaron "el cobro de la cuota de sangre" tras verse en el bando republicano "sin tener una vinculación política clara".

A juicio del representante del Foro por la Memoria en la provincia, lo ideal sería "recordar a estas personas con sus nombres y apellidos" por su carácter de "referentes democráticos". El posicionamiento actual del Ayuntamiento de Madrid, basado en "la reconciliación y el respeto", no ha contentado a los colectivos memorialistas, que ya han anunciado incluso acciones legales contra el Consistorio por destruir un memorial que ni siquiera había llegado a completarse.

Eduardo Martín se mantiene en la línea de lo que decida su organización a nivel nacional, a expensas de que los familiares de cada uno de los represaliados tengan su propia visión personal sobre este caso.