Conscientes de que por tener vivienda propia e ingresos de clase media nunca iban a poder conseguir una plaza en una residencia pública pero que tampoco podían permitirse una privada, un grupo de amigos de Moratalaz y Vallecas se unieron para buscarse una alternativa a la jubilación. Se juntaron 54 socios, encontraron terrenos en la localidad madrileña de Torremocha del Jarama, buscaron aquitectos y gestores para construir un edificio y en 2016 ya pudieron entrar a vivir en su nuevo espacio, financiado con 145.000 euros "per cápita" con la venta de sus propias viviendas particulares. Jaime Moreno es uno de los integrantes de la Cooperativa Trabensol, concebida como una propiedad comunal en la que cada uno tiene su apartamento propio de 50 metros cuadrados con cocina, baño adaptado y habitación y amplios espacios compartidos y jardines. Una pareja paga al mes 1.300 euros de gastos que incluyen la comida principal y todos los servicios de limpieza además del mantenimiento. Funcionamos, dijo Jaime en la jornada "Esperanza Longeva. Mayores independientes", "con comisiones de trabajo y va todo a las mil maravillas. Es fundamental que la gente se organice".