El Ayuntamiento podrá en marcha un plan para incentivar el uso del agua del grifo en la capital. Una campaña que comenzará en el propio Consistorio, donde los funcionarios recibirán una botella de aluminio para abandonar de forma paulatina el uso de botellas de plástico, a lo que se sumará la instalación de fuentes en diferentes oficinas.

Según Nicolás Esmorís, gerente de Aquona Zamora, ya no es solo una cuestión medioambiental, ya que la mayoría de los plásticos acaban en los ríos y mares, sino también económica, ya que mil litros de agua le cuestan a cada zamorano 65 céntimos, mientras que el coste del agua embotellada por la misma cantidad ascendería hasta los 400 euros.

Un proyecto que apuesta por el agua de Zamora, que "es de buena calidad", según ha asegurado Esmorís, ya que se analiza de forma periódica, "teniendo en cuenta 12.000 parámetros".

Por ahora el Consistorio no se plantea obligar a los establecimientos de la ciudad a ofrecer botellas de agua del grifo en vez de embotelladas a sus clientes, aunque Romualdo Fernández, concejal de medioambiente del Ayuntamiento, ha pedido un cambio en los hábitos para que sea cada vez más habitual este gesto.