La provincia se despuebla. Y, en lo que va de siglo XXI, lo hace a pasos agigantados. Así se desprende de los datos de población acumulados desde el año 2000, cuando la provincia de Zamora rozaba los 200.000 habitantes y, aunque la curva iba ya cuesta abajo, todavía no se podía entrever que la situación sería tan cruda como se ha demostrado. La provincia se ha dejado más de 20.000 habitantes por el camino y prácticamente todos los núcleos de población registran cifras negativas.

Con todo, en medio de este panorama general todavía hay un puñado de municipios que registra datos positivos. En total, diez localidades de las 248 que componen la provincia tienen datos positivos, una cifra muy baja. En términos absolutos la lista de municipios que crecen está encabezada por Benavente, que con 1.332 vecinos más que hace dos décadas ahora se sitúa por encima de los 18.000. Completan la lista, por este orden, Morales del Vino, que gana nueve. Todos los pueblos que se encuentren en esta escasa relación de municipios han visto como su censo mermaba, ya lo hiciera en pocas personas -Gamones ha perdido tres habitantes- o en muchas -Fonfría se ha dejado cerca de quinientos-.

Porcentualmente con relación al número de habitantes existentes en cada núcleo de población lo peor del drama demográfico se lo lleva un decena de localidades que, durante estos años, ha perdido a más de la mitad de su censo de vecinos. Villanueva de las Peras, que ha pasado de 191 a 77 habitantes, ha visto como la cifra de residentes ha mermado en prácticamente un sesenta por ciento. Se sitúan por encima del 50% también Villar de Fallaves, Valdefinjas, Pobladura de Valderaduey, Justel, Granucillo, Vallesa de la Guareña, Porto, Espadañedo y Villalube. En todos esos, hace dos décadas, había más del doble de vecinos de los que se registran actualmente. La mayoría de los núcleos de población de Zamora se encuentran en unas cifras de pérdida de población que oscilan entre el veinte y el cuarenta por ciento, algo que refleja que la despoblación se ha cebado con el núcleo rural y que hace estragos en los núcleos más pequeños.