"Por motivos de agenda me es imposible". Con este argumento despacha Francisco José Requejo las preguntas sobre su ausencia en la campaña electoral de Ciudadanos. El presidente de la Diputación ha permanecido totalmente al margen de los actos de la formación naranja y no ha acudido a ningún evento público con el candidato al Congreso, José Antonio Bartolomé. Ni siquiera se presentó durante la visita del vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, que tuvo que soportar las ruidosas protestas de los sindicatos por el conflicto de las 35 horas.

La ausencia de Requejo resulta especialmente llamativa si se tiene en cuenta que es el responsable provincial del partido y el principal cargo público de la organización. "Estamos liados rematando proyectos", insiste el representante de la formación naranja, que alude también a la inminente confección de los presupuestos provinciales.

La realidad es que Requejo no apareció ni en la foto de la pegada de carteles, que tuvo lugar en la tarde previa a un viernes festivo. La presencia de Bartolomé como aspirante al Congreso no parece que ayude, si se tiene en cuenta que ambos se posicionaron en lugares opuestos durante el conflicto interno de Ciudadanos por la elección del diputado provincial. Al ser cuestionado por su opinión sobre el cabeza de lista, el presidente de la Diputación responde con evasivas: "Lo que tenemos es un gran proyecto. Los candidatos, también yo, pasamos y lo que queda es el partido".

Requejo sí deja claro que irá a votar el domingo, un compromiso que también adquirió hace unos días el alcalde de la capital, Francisco Guarido: "Votaré a Unidas Podemos como mal menor", subrayó el representante de Izquierda Unida que, como todos sus compañeros del equipo de gobierno, ha optado por no hacer campaña para el 10 de noviembre.

En este caso, el motivo es de sobra conocido: Guarido está francamente en desacuerdo con la confluencia entre su formación, Izquierda Unida, y Podemos. "¿No podemos recomponer nuestro partido?", lamentó el alcalde de la ciudad, pocos días después del comienzo de la campaña, dirigiéndose específicamente a Alberto Garzón.

Guarido también cargó contra Pedro Sánchez, al que acusó de no haber trabajado para establecer un gobierno de coalición: "Si la derecha gana el próximo domingo, el PSOE llevará la señal en la frente de por vida", advirtió el alcalde, cuya popularidad entre la ciudadanía quedó fuera de duda el pasado 26 de mayo, pero que no comulga con una fórmula de Unidas Podemos que está lejos de las cifras en las que se puede optar al escaño por Zamora.

En cuanto al resto de responsables institucionales, la realidad es bien distinta para el número dos de la Diputación Provincial. José María Barrios, vicepresidente y portavoz del equipo de gobierno, lleva varias semanas centrado en el proceso electoral. El político moralino concurre como número dos del Partido Popular en la papeleta para el Senado, y se ha implicado personalmente en la campaña como líder de la organización.

Barrios acude, cada día, a los actos y viajes de campaña del Partido Popular, y el pasado lunes intervino en el acto con apoderados e interventores del PP junto al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco. En esa cita también estuvieron presentes los demás vicepresidentes provinciales y varios de los diputados, más metidos en la batalla electoral para el 10 de noviembre.

De hecho, entre los líderes de los cinco principales partidos, Barrios es el único que está compaginando una tarea institucional con la campaña. La ausencia voluntaria de Requejo y del líder de IU, Miguel Ángel Viñas, se une a la de Fernando Martos y a la de Podemos en general, que apenas se han dejado ver en estos días. La dirigente de Vox, Marisa Calvo, sí que ha aparecido en alguna comparecencia, pero no ostenta cargos públicos, mientras que el secretario provincial del PSOE, Antidio Fagúndez, lo tiene más fácil. Ajeno a las instituciones, su labor está centrada en captar apoyos para la candidatura al Congreso que él mismo encabeza.