María Jesús Barrios García participó esta semana en el ciclo CulturAlcampus con una interesante conferencia sobre el cáncer de mama y todo lo que la mujer debe saber sobre esta enfermedad, uno de los más frecuentes entre el género femenino.

¿Cuáles son las causas más habituales por las que se produce este tipo de cáncer?

Haciendo un poco de historia relacionada con el cáncer, decir que es una enfermedad tan vieja como lo es el género humano. En el Papiro de Ebers hallado en Egipto1500 a.C. hablan ya de los tumores, por lo que se convierte en la primera referencia escrita sobre los mismos. Ya en el momento presente, el cáncer de mama es la neoplasia más frecuente en el sexo femenino en todo el mundo, con un 24,2% del total de tumores, siendo en España, la primera causa de muerte por cáncer en la mujer. En la actualidad no se conoce la causa exacta del cáncer, ya que es multifactorial, aunque se han descrito una serie de factores de orden genético, nutricional, ambiental, por radiación o vírico, también tenemos la evidencia de la existencia de genes con susceptibilidad para producirlo. Por tanto, es un proceso complejo, con múltiples determinantes que explicarían su etiología.

¿Qué factores de riesgo están implicados en el desarrollo de este cáncer?

El perfil de una posible paciente sería una mujer por encima de los 40 años, de Occidente y nivel socioeconómico alto, además de la menarquía precoz, es decir, antes de los 12 años, y menopausia tardía, radiaciones en la adolescencia, historia familiar con familiar de primer grado que haya sufrido cáncer. Hay otros factores de riesgo, como procesos malignos de ovario, endometrio o cáncer colorrectal.

¿Cómo actuar sobre ellos?

Como es obvio, ante los factores de riesgo no modificables difícilmente se puede actuar. Sin embargo, existen otros factores de riesgo implicados en su desarrollo, como puede ser la dieta rica en grasas y el consumo alto de carnes rojas, que aumentan el riesgo de cáncer de mama. Pero también de colon, próstata o gástrico. En Europa, se estima que el 11% de los cánceres en mujeres son atribuibles o inducidos por la baja paridad o embarazos tardíos, que se estiman en más de 35 años. Dicho de otra manera, el tener hijos antes de los 35 años y dar lactancia materna al bebé es un factor protector para no desarrollar cáncer de mama.

¿Qué síntomas son los que deben poner alerta a una mujer?

Suele haber una masa palpable, generalmente indolora y que muchas veces es detectada casualmente, por ejemplo al ducharnos. También puede existir retracción del pezón, y, en menos medida, hoyuelos, edema, irritación, e incluso dolor.

¿Qué medidas se pueden tomar para prevenir esta enfermedad?

Nosotras solamente podemos actuar sobre los factores de riesgo modificables y esto es comer saludablemente como aconseja el Código Europeo contra el Cáncer: cereales integrales, legumbres, frutas y verduras, limitar los alimentos hipercalóricos, como son las bebidas azucaradas, evitar el consumo de carne procesada, limitar el consumo de carne roja y alimentos con mucha sal.

¿Estas normas son factibles para otros tipos de tumores?

Por supuesto que sirve para otros muchos tumores, a los que hay que añadir no fumar, mantener el peso saludable, limitar el consumo de alcohol, evitar exposiciones solares o protegerse de carcinógenos. Con ello, estaríamos evitando factores de riesgo de la mayoría de los tumores. Añadir que los hijos participen en programas de vacunación de la hepatitis B y del virus del papiloma humano en niñas. Y que las mujeres sean partícipes de los programas de cribado con la prueba de la mamografía.

¿En qué medida las mamografías son preventivas, a qué edad es bueno comenzar a hacerlas y con qué periodicidad?

Las mamografías no son preventivas, no evitan que exista cáncer de mama, lo que hacen es un diagnóstico temprano de la enfermedad y esto posibilita, en muchos casos, la curación de la enfermedad. Cuanto más precoz es el diagnóstico, mejor será el pronóstico. Sobre la periodicidad, la primera mamografía debería realizarse a partir de los 35 años. Antes la mamografía no es útil, porque hay mucha masa glandular. Luego debe de ser bianual entre los 40 y los 50 años, y anual a partir de los 50 y hasta los 69 años También existen otras pruebas diagnósticas, como la ecografía mamaria y la resonancia magnética nuclear. Del mismo modo, disponemos de procedimientos invasivos, como es la punción aspirativa de aguja fina o el BAG, es decir, la biopsia con aguja gruesa.

Una vez que se tiene la enfermedad, ¿cuáles son los tratamientos más habituales?

Tenemos varias posibilidades de tratamiento. En primer término está la cirugía, con varias técnicas quirúrgicas, desde mastectomía radical modificada hasta mastectomía subcutánea. También existen intervenciones más conservadoras y, por ello, menos agresivas, como la tumorectomía y cuadrantectomía. Otro tratamiento es la quimioterapia, aplicable antes de la cirugía o después de la misma. La radioterapia generalmente es prescrita después de la cirugía. Por último, decir que se puede utilizar otro tratamiento, la hormonoterapia. Estos últimos fármacos aumentan la supervivencia global y la supervivencia libre de enfermedad.

¿Se trata de uno de los cánceres con mayor tasa de supervivencia, al tratarse también del más habitual?

La supervivencia del cáncer de mama, como todos los tumores, depende del estadio en que se encuentra en el momento del diagnóstico, pero tiene una alta supervivencia a pesar de ser el cáncer con mayor incidencia. De hecho, es el de mayor supervivencia.

¿Qué vida hay que hacer tras superar un cáncer de estas características?

Las actividades de la vida diaria que le permita sus características personales y las determinadas por el proceso de la enfermedad. El objetivo debe de ser la normalización de su vida lo antes posible.

¿Es recomendable la extirpación total de las mamas para prevenir nuevas apariciones?

En los cánceres de mama esporádicos no tendría ningún sentido. Sin embargo, en los cánceres de mama hereditarios, en los que puede haber genes mutados (BRCA1 y 2) cabría la posibilidad de ofertarle esta opción a la paciente.

¿Una mujer puede superar mejor esta enfermedad si se reconstruye el pecho? ¿Ayuda a normalizar su vida o no es necesario?

A las mujeres que se le ha extirpado una mama, la sensación que sienten es de mutilación, además de que una característica de la feminidad es la posesión de ambas mamas. Cuando se extirpan, la mujer se siente menos atractiva socialmente y también para su pareja. No puede olvidarse que las mamas representan los caracteres sexuales secundarios más importantes. Por ello, es primordial ofrecerle cirugía reconstructiva con prótesis. Y se hará cuando la mujer lo decida, previo asesoramiento de su proceso oncológico.

¿La ayuda psicológica es también fundamental?

Por supuesto. La atención sanitaria dispone de infraestructura a través de los psicólogos de los servicios de salud mental para dar apoyo tanto a la paciente como a sus familiares, siempre que sea demandada. En líneas generales, es recomendable recibir apoyo. También pueden jugar un importante papel en la superación del trauma las organizaciones de auto ayuda.