La Junta Electoral Provincial dio la razón a Vox en su denuncia al Partido Popular por la polémica sobre la colocación de carteles en una zona de la capital y en Morales del Vino. La formación de ultraderecha alegaba que los populares pegaban su publicidad electoral por encima, y en unos espacios donde no tenían permiso para hacerlo.

El órgano competente respaldó a Vox y ordenó a los populares que retiraran los carteles de los espacios concedidos a la formación de ultraderecha en un plazo de 24 horas. Además, la Junta Electoral Provincial instó al PP a que "se abstenga de repetir estas conductas bajo apercibimiento de deducir testimonio por un posible delito de desobediencia a la autoridad".

Los responsables de Vox expresaron su satisfacción por la corrección de la Junta Electoral ante lo que consideraban "un abuso" por parte del Partido Popular. La formación de ultraderecha tildó la resolución de "golpe de realidad" para el PP, y subrayó que la organización dirigida por José María Barrios "parecía acostumbrada a campar a sus anchas en esta provincia de la que piensan que son los dueños y señores". "Esperemos que esta sorpresa no sea la única que se lleven esta semana el señor Maíllo, el señor Barrios y compañía", zanjaron desde Vox.