En España es una titulación poco conocida, pero en Europa está establecida desde hace 150 años y es muy demandada. Ingeniería de Materiales es "esencial" para la industria, "muy especializada, centrada en estudiar y caracterizar los materiales que hay, tanto metálicos como poliméricos, cerámicos o compuestos, aparte de diseñar otros nuevos", explica Nati Antón Iglesias, coordinadora del grado en la Escuela Politécnica Superior.

Esta ingeniería, junto a la de Mecánica y la doble titulación que une ambas es una oferta muy atractiva que ofrece el Campus Viriato de Zamora y que cuenta con las importantes bazas de tener unas instalaciones más que decentes y una atención por parte del profesorado muy individualizada, debido a lo reducido de los grupos.

"A día de hoy, cualquier avance en Ingeniería de Materiales supone un avance para el resto de los sectores industriales como construcción o electrónica. Todo pasa por una innovación en esta ingeniería", valora Antón, quien valora sus múltiples salidas profesionales, desde el sector industrial hasta la investigación, la docencia o el control de calidad.

Sobre los alumnos que acuden a estos estudios, la profesora subraya que lo hacen "por vocación. Entran con una idea muy clara de lo que quieren, algo que no sucede con otras titulaciones con mayor número de matrícula".

Ángel Sillero no tuvo dudas a la hora de elegir facultad para estudiar Materiales, aunque comenzara primero con otra ingeniería en su Valladolid natal. Mecánica su elección inicial, que recuerda como "un error", por lo que decidió dar un giro. "Me iba a salir más barato estudiar lo que realmente me gustaba y había tenido una asignatura de ciencia y materiales", recuerda. Buscando información sobre este grado encontró el Campus Viriato y se decidió por él. "Vi que podía estudiar esta carrera en Madrid o en Zamora, pero como me gustan los ambientes más tranquilos y en Madrid además íbamos a estar 300 personas en las clases, lo tuve claro", subraya. "Yo soy muy vocacional y necesito saber que importo y que sirve para algo lo que estoy aprendiendo, así que elegí este campus y no me arrepiento", asegura, razonando que "primero, el trato con los profesores es muy cercano, las clases son reducidas, la atención personalizada y aprendes mucho mejor", enumera. "Mis notas han mejorado muchísimo", añade.

Sobre sus expectativas laborales, Sillero lo tiene claro. "Esta carrera tiene bastante carácter científico, ingeniero y técnico, con una fuerte base de física y química, así que, como además me gusta mucho la investigación, quiero hacer un máster de física de materiales o química inorgánica, para seguir con un doctorado de cara a la docencia e investigación", detalla.

La calidad de los estudios en el Campus Viriato traspasa fronteras y buena muestra de ello es el ejemplo de Samuel Nepomuceno, quien eligió la Escuela Politécnica para finalizar el grado, iniciado en Venezuela. "La situación en mi país empeoró, empezaron a cerrar universidades y perdí tres años de estudio. En la Universidad de Salamanca me daban la oportunidad de convalidar año y medio y aquí me vine", resume el estudiante, que ya está trabajando en el trabajo de fin de grado.

Sobre estudiar en una ciudad como Zamora, destaca su tranquilidad. "Además, en nuestra carrera hay poca gente, así que es bastante familiar, nos conocemos y nos ayudamos entre nosotros", asegura, añadiendo que las instalaciones son excelentes. Y más todavía comparándolas con las que tenía en la facultad venezolana.

Sobre su futuro inmediato, Nepomuceno aspira a seguir preparándose con un máster e incluso obtener un doctorado. "Tenga la esperanza de montar una empresa pero, de momento, seguiré formándome en España", termina.

Entre los alumnos también están aquellos que convalidan trabajo y estudios. Es el caso de Sebastián Muñoz Gamazo, doctorando de cuarto año. En 1991 se graduó en Zamora de Obras Públicas y durante veinte años trabajó en obra civil. La crisis de 2008 le hizo replantearse su futuro y entró como interino en la Administración, lo que le otorgó tiempo para continuar con sus estudios de Ingeniería de Materiales. "Yo venía de una formación universitaria donde éramos una promoción de trescientas personas y en este segundo ciclo me encontré con solo siete compañeros más", compara, lo que considera "todo un lujo", tanto a la hora de las clases teóricas como en las prácticas. "Ahí manejas todos los equipos sin problema", agradece.

El doctorado es su actividad formativa actual. "Mi vida profesional la tengo cubierta, pero me apasiona el tema de la docencia y la investigación, así que me gustaría dedicarme a ello", aspira. Reconoce que la vuelta a la universidad le ha hecho más crítico que durante su primera carrera. "Vienes con otra mentalidad y es cierto que cuando haces algo de manera vocacional, las cosas se hacen de otra manera. Aquí somos como una gran familia y espero que crezca para que también lo haga el Campus Viriato de Zamora y puedan traer más titulaciones y muchos más alumnos", desea para finalizar.