Zamora y el país vuelven a estar en campaña. En un 2019 de empacho electoral, los ciudadanos afrontan ahora ocho días de bombardeo de información antes de reflexionar y acudir a las urnas el próximo 10 de noviembre. En el caso de la provincia, la batalla se centra en el tercer diputado en liza. Todos los actores asumen que el Partido Popular y el PSOE tienen asegurado un asiento en el Congreso por la circunscripción, pero el otro que está en juego carece de dueño, y ahí está el misterio. Las dos formaciones del bipartidismo batallarán con las organizaciones emergentes para tratar de llevarse ese botín.

El PP y el PSOE fueron muy claros en este sentido durante sus respectivos actos de apertura de campaña. Los populares reconocieron que el objetivo es regresar a la hegemonía que mantuvieron durante más de treinta años en Zamora, mientras que los socialistas remarcaron la necesidad de obtener un triunfo más amplio que el de abril en la provincia para rentabilizar el éxito en número de escaños.

Por su parte, Ciudadanos también se refirió a este tercer diputado a la hora de hablar de su planteamiento de campaña. La formación naranja aspira a conservar el escaño y a mantenerse como dique contra el rodillo del bipartidismo, un objetivo complicado a juzgar por las encuestas, pero al que la formación naranja no renuncia. El resultado en circunscripciones pequeñas marcará mucho el futuro político para los de Albert Rivera.

En cuanto a los demás, Unidas Podemos se presentó con más retórica que otra cosa, consciente de que, hoy por hoy, se encuentra lejos de las cifras que otorgan representación por la provincia. Vox ni siquiera convocó y extendió la eterna ausencia de su candidato, Pedro Requejo Novoa, que lo fía todo a que la campaña de Santiago Abascal le permita acceder al Congreso por una circunscripción en la que apenas se le ha visto desde abril.

La formación de ultraderecha no ha revelado si organizará algún acto fuerte en la provincia durante la campaña. Tampoco el PP se ha manifestado en este sentido. De Ciudadanos y de Unidas Podemos no se esperan grandes eventos, mientras que el PSOE parece el más dispuesto a utilizar a sus representantes nacionales para tratar de mejorar su resultado en las urnas.

Todo ello para una convocatoria electoral en la que se repite la tendencia de las anteriores: en Zamora vota menos gente. La pérdida con respecto al 28 de abril roza las mil personas, y eso que aumenta el número de ciudadanos que puede participar desde el extranjero. De momento, este descenso está lejos de afectar al número de representantes se escoge en la circunscripción - tres diputados y cuatro senadores - pero el panorama sigue siendo desolador.

Por otro lado, según los datos ofrecidos este jueves por la Subdelegación del Gobierno, en materia presupuestaria, el coste de todo el proceso será de 472.983,89 euros, muy similar al de las anteriores elecciones a Cortes Generales y 45.757,44 euros menos que lo que costaron las últimas elecciones locales, autonómicas y europeas celebradas el pasado 26 de mayo.

En cuanto a las personas implicadas en el proceso, la Subdelegación anunció que hasta 4.700 hombres y mujeres contribuirán al buen desarrollo de la jornada electoral del próximo 10 de noviembre, entre miembros de mesa, representantes de la administración, empleados públicos, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, personal de ayuntamientos, y miembros de las juntas electorales.

En lo que se refiere a las mesas, se prevé la instalación de 371 espacios en 286 colegios electorales de los 248 municipios de la provincia. Más de la mitad estará en el partido judicial de Zamora (198). En orden descendente habrá 79 en Benavente, 34 en Toro y 30 en Puebla de Sanabria y en Villalpando. Son doce mesas y doce colegios menos que en la convocatoria electoral previa.

Como en otras ocasiones, se colocarán tres urnas por mesa y los electores dispondrán de papeletas de las diferentes formaciones para el Congreso y para el Senado. Los zamoranos podrán elegir la lista de un partido para la Cámara Baja y marcar la casilla de tres candidatos para la Cámara Alta. En abril, el Partido Popular y el PSOE lograron tres parlamentarios cada uno, mientras que Ciudadanos consiguió el otro. Ahora, la gente tiene de nuevo la palabra.