Más de un siglo aprovechando la energía que se "esconde" en el agua, el Duero se ha convertido en una fuente indispensable a nivel hidroeléctrico. El caudaloso río, a pesar de ser vehículo de transporte durante largas épocas, ocultaba en su tramo inferior un "tesoro inimaginable" en forma de energía y fue el ingeniero José Orbegozo quien, después de estudiar el río, se dio cuenta de las enormes posibilidades.

El responsable del Laboratorio de Hidráulica de Iberdrola en Muelas del Pan acercó los secretos de estas instalaciones al Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA con una ponencia titulada "Duero hidroeléctrico", en el paraninfo del Colegio Universitario, que acompañó con una proyección.

El laboratorio nació como lugar para dar solución a los problemas que se iban encontrando con la construcción de diferentes presas. "Desde 1943 se dedicó al estudio de modelos reducidos de los aliviaderos de presas, motivado por el problema que hubo en el de Ricobayo, ya que, en un periodo muy corto de tiempo, tres años, retrocedió 350 metros. Se comió prácticamente toda la parte del aliviadero y si continuaba con esta regresión pondría en entredicho toda la estabilidad de la presa en pocos años", justifica.

De ahí que se pensara que era mejor anticiparse a la construcción y estudiar el caso en modelos reducidos en dicho laboratorio "para prever los posibles problemas que pudieran producirse en todo lo que se fuera a construir aguas abajo", detalla. "Hay que recordar que Ricobayo es del río Esla y aguas abajo los posteriores aprovechamientos se iban a construir sobre el Duero, por lo que los caudales podrían llegar a triplicarse, así que los problemas también", calcula.

Portugal tuvo un papel importante en estos aprovechamientos, ya que el Duero une a ambos países y, aunque los lusos tardaron tiempo en acceder a estos acuerdos de principio de siglo, en 1927 por fin se firmó el convenio para repartirse el Duero internacional. "En la actualidad parece que Portugal quiere vender algunos de sus saltos, algo que considero que le vendría muy bien a una empresa como Iberdrola, porque ayudaría a optimizar la producción de todo el tramo", considera. "Si una sola empresa tuviera toda la concesión, abarataría el precio del kilovatio", añade.

La actividad de innovación y desarrollo del laboratorio desapareció hace una década y en la actualidad está abierto para atender visitas técnicas de diferentes niveles, desde jóvenes estudiantes hasta alumnos de universidad o máster y agrupaciones interesadas. "Es algo muy didáctico, ya que se explica todo el proceso en modelos reducidos", afirma el responsable, quien asegura que todavía "hay mucho que aprovechar" del Duero en materia de energía en estos terrenos.

El compromiso de Iberdrola con Zamora y Castilla y León se debe enmarcar en la profunda vinculación de la compañía con esta tierra, en la que nació hace ya más de 110 años y donde lleva caminando desde entonces "por la senda de las energías sostenibles desde un punto de vista medioambiental y económico". Así, la apuesta de Iberdrola por las energías limpias comenzó precisamente con la construcción de los Saltos del Duero y, después de más de un siglo, ese compromiso se ha hecho aún mayor, como lo demuestra el hecho de que la empresa sea en la actualidad un líder mundial en energía eólica.