Los consultorios y centros de salud de Zamora, y del resto de Castilla y León, comenzaron a suministrar la vacuna contra la gripe este martes. A partir de ahora, y hasta el próximo 13 de diciembre, los grupos de población que lo tienen recomendado podrán recibir una de las 51.130 dosis destinadas a los pacientes de la provincia. En Castilla y León, el número de vacunas adquiridas asciende a 620.000, según recordó el Sacyl.

Aprovechando el inicio de esta campaña, el Consejo de Enfermería de Castilla y León quiso poner el foco en la importancia de complementar la vacunación con la asunción de medidas higiénico-sanitarias que eviten que otras personas puedan infectarse. Desde el colectivo recordaron la necesidad de "lavarse las manos regularmente, o taparse la boca y la nariz con un pañuelo".

Del mismo modo, las enfermeras reivindicaron su "papel clave" en una campaña en la que tienen "un peso específico". "Somos las responsables de que la inmunización se lleve a cabo en los colectivos sensibles y de informar al respecto ante cualquier duda", subrayaron desde el consejo regional. Y añadieron: "Una inmunización anual contra la gripe es la forma más eficaz y segura para reducir el riesgo de contraer la enfermedad y contagiarla a los demás".

Las enfermeras incidieron en que "cuantas más personas se vacunen, más se reduce la probabilidad de que los virus se propaguen". "Los virus de la gripe se difunden cuando una persona enferma tose, estornuda o habla. Y también puede producirse el contagio al tocar una superficie u objeto que tenga el virus. Por ello es importante tomar medidas preventivas", remarcaron desde el colectivo sanitario.

Tanto las enfermeras como la propia Junta de Castilla y León, a través de sus canales, hicieron énfasis en que las vacunas están recomendadas para los niños menores de cinco años, las personas mayores de 60, las embarazadas en cualquier etapa de la gestación, los enfermos crónicos y los propios profesionales sanitarios. Este año, además, se incluye a los niños de entre seis meses y dos años con antecedentes de prematuridad (nacidos por debajo de las 32 semanas de gestación) y a las personas con cualquier trastorno de la coagulación.

La protección que la vacuna facilita a pacientes crónicos es fundamental en la prevención de complicaciones en sus patologías de base, que podrían provocar un agravamiento de su estado de salud, con consecuencias graves o, incluso, mortales.

Por otro lado, cabe destacar que las recomendaciones del Sacyl sobre la campaña incluyen la petición de que las vacunaciones se realicen de forma escalonada y de que los usuarios acudan a su centro de referencia después de solicitar previamente la cita. Todo ello, en aras de un proceso ordenado y tranquilo.

Volviendo a las dosis previstas para la provincia de Zamora, de las 51.130 citadas, 14.620 son tetravalentes, con cuatro cepas gripales y cuyo propósito es cubrir las posibilidades de circulación del virus B. Su dispensación se realiza a personas de entre 60 y 64 años, que se hallan en grupos de riesgo sanitario por patologías previas, y a colectivos de riesgo social, bien por su trabajo para la colectividad o por la posible transmisión de la enfermedad a población de riesgo.

Las otras 36.510 dosis son de vacuna adyuvante o virosómica inactivada, destinada a la población de 65 años y mayores, y diseñada para mejorar la respuesta inmunológica frente a la gripe de este grupo poblacional.

Cabe destacar que, según confirmó la delegada territorial, Clara San Damián, durante la presentación de la campaña de vacunación, un 22,6% de los zamoranos en edad laboral cogió baja por gripe en la pasada campaña invernal, lo que da idea de la importancia no sólo sanitaria, sino también social y económica que tiene la vacunación contra la enfermedad.