Zamora es una de las provincias de Castilla y León donde más se han incrementado los accidentes laborales en comparación con el pasado año. Se encuentran tan solo por detrás de Soria y Segovia, sumando un total de 1.207 siniestros, lo que significa un aumento del 7,3%. Por su parte, León y Valladolid son las dos provincias de la comunidad donde menos subieron, un 1,8 y un 2%, respectivamente.

La seguridad y la salud de los trabajadores deberían estar entre las prioridades de inversión de todas las empresas de la comunidad y sin embargo, los obreros fallecidos no cesan y los siniestros siguen avanzando de forma imparable. Entre enero y septiembre de este año, 32 trabajadores perdieron la vida (30 en su puesto y dos in itinere), once menos que en 2018. La mortalidad en jornada de trabajo descendió así un 9,09%, siendo especialmente intenso el descenso en los accidentes de trabajo in tinere mortales con una reducción del 80%. Por primera vez en muchos años, este tipo de accidente de trabajo se reducen un 10,55%, según los datos facilitados por el ejecutivo autonómico y recogidos por la agencia Ical.

Estas cifras revelan que en los nueve primeros meses del año treinta personas perdieron la vida en su puesto laboral en Castilla y León, un dato para la reflexión, que supone, sin embargo, una pequeña ventana a la esperanza, ya que representan tres menos que en los mismos meses del 2018. Sin embargo, los siniestros graves ascendieron a 172, lo que supone 20 más que un año antes en el mismo periodo, con un avance porcentual del 13,1%.

Asimismo, los accidentes leves sumaron un total de 19.664, con un aumento en 770, en cifras relativas, un 4% más. Así, el global de accidentes, creció en Castilla y León entre enero y septiembre, un 4,1%, con 787 más, hasta una cifra de 19.866.

El informe al que tuvo acceso Ical, indica que los siniestros laborales se elevaron en todos los sectores, excepto en los servicios, donde mermaron un 1,3%, hasta los 9.866 accidentes. La construcción tiró de la siniestralidad en los meses de análisis, con un total de 2.721 accidentes, que representan un importante aumento del 27,2%. Asimismo, la siniestralidad se elevó un 14,4% en el sector primario, hasta registrar la actividad agraria 1.526 sucesos. Por último, en la industria se contabilizaron 5.753 accidentes, un 2,6% más que en 2018.

Otro dato para la esperanza está en los accidentes in itinere, ya que se produjeron entre enero y septiembre, un total de 1.866, con una merma en 220, y un descenso porcentual del 10,5%. Cabe destacar aquí, que solo se registraron dos siniestros mortales, frente a los diez de 2018, es decir, ocho menos, un 80% de bajada.

Los accidentes in itinere provocaron asimismo, 22 heridos de gravedad, cuatro más que un año antes; y 1.842 leves, con un aumento en 216, con alzas porcentuales del 22,2 y 10,5%, respectivamente.