La sencillez y dureza del mundo rural de décadas atrás, las escenas cotidianas que una vida pretérita que conserva en su alma las vuelve a plasmar con su pincel el artista Enrique Seco San Esteban en una nueva exposición que abre sus puertas esta tarde en la única galería de arte de la ciudad.

En su décima muestra en Espacio 36-Ángel Almeida, el zamorano, premio de las Artes de Castilla y León, reúne más de un centenar de obras, muchas de las cuales pudieron verse en la muestra que el artista protagonizó el pasado mes de agosto en la sala de la Salina de Salamanca.

En los cuadros, de formato pequeño y mediano, entre los temas que crea, figuran la sementera, los segadores o la trilla, entre otras labores agrícolas estivales, sin olvidar sus homenajes a campesinas, a las mujeres a las que inmortaliza en plena faena o sus magistrales gallos y gallinas, en verdaderas explosiones de colorido. A mayores, los bodegones, otra de sus temáticas habituales, tienen cabida distintos planos expositivos tanto en vertical, en pared, como en horizontal, situados en una mesa.

Enrique Seco San Esteban, de formación autodidacta, comenzó a pintar en el año 1963 y realizó su primera exposición un ejercicio después. Desde 1966 hasta 1973 se instaló por estudios en la ciudad de París y a lo largo de su vida ha realizado más de 40 exposiciones individuales en diversas ciudades de Castilla y León y de España.