La inseguridad de los progenitores en la manera de educar a sus hijos, con una sobreprotección genera a su vez inseguridad en los menores y es la circunstancia que está en la base del fenómeno de la violencia filioparental que ha aflorado especialmente en el presente siglo. Lo dijo Roberto Pereira, presidente de la Sociedad para el Estudio de la Violencia Filioparental (Sevifip) momentos antes de la inauguración de la jornada sobre este fenómeno organizada por el Centro Menesiano Zamora Joven que dirige Justino Santiago e inaugurada por la directora general de Familia, Infancia y Atención a la Diversidad de la Junta de Castilla y León, Esperanza Vázquez y Eva María Lozano, de la Fiscalía de Menores de Zamora en el Consejo Consultivo.

"Básicamente pensamos que son cambios educativos lo que lleva a que la sociedad sea más permisiva con la violencia de los jóvenes y adolescentes y al mismo tiempo lo sea menos con la utilización correctiva de la violencia por parte de los padres", señaló Pereira.

Los casos de violencia de los hijos hacia los padres han experimentado un ligero incremento en Castilla y León en el último año, según los datos expuestos por Esperanza Vázquez. De acuerdo con las sentencias de los juzgados de menores con imposición de medidas en casos de violencia filioparental el porcentaje de incremento es de un 12%. Y según los datos de los servicios sociales (los CEAS) en el último año se atendieron 120 casos en la comunidad de violencia filioparental, 13 de ellos en Zamora.

Vázquez apuntó que "disponemos de un plan de prevención de violencia intrafamiliar a cuatro años, hasta 2023 donde están previstas más de un centenar de actuaciones para trabajar en materia de prevención, para fomentar los valores de respeto, igualdad y tolerancia, la formación y la intervención, sobre todo educativa, que se hace en los centros de enseñanza. Tenemos un programa específico de atención a las conductas violentas donde el año pasado se atendió a 84 menores y 118 padres".

Roberto Pereira, presidente de Sevifip explicó que "los datos que se conocen son sesgados, porque hacen referencia solo a denuncias judiciales, mientras que los casos reales son muchos más". Según sus datos aproximadamente hay un 12% de menores entre 13 y 18 años que ejercen violencia psicológica hacia los padres, verbal, amenazas o chantajes, por ejemplo. Y aproximadamente un 3,2% de este colectivo ejerce violencia física. Trasladados a Castilla y León estos datos equivaldrían aproximadamente a 12.500 adolescentes.