La profesora, ecofeminista y activista de Ecologistas en Acción María González Reyes ofrece esta tarde, a partir de las 19.00 horas, una charla en el Museo Etnográfico donde hablará sobre "La crisis climática desde el ecofeminismo". Una conferencia, organizada por la Plataforma de Emergencia Climática de Zamora, donde hablará sobre esta tendencia de pensamiento que reclama poner en el centro de la vida las cosas realmente importantes.

-¿De qué va hablar esta tarde en la conferencia "La crisis climática desde el ecofeminismo"?

-El marco en el que nos movemos es un escenario en el que las cosas verdaderamente importantes van a peor. No se puede beber el agua de los ríos, el aire está contaminado y la energía fósil se agota, lo que quiere decir que hemos superado la biocapacidad del planeta. Estamos logrando que las desigualdades y los ejes de dominación se incrementen. Mientras, nuestro sistema económico y político parece que crece ajeno a la realidad más importante: la vida humana no es una certeza, sino que es una posibilidad. Y esa posibilidad, para que se haga cierta, depende de dos factores. El primero, la ecodependencia con el resto de especies de la Naturales. El segundo, la interdependencia, porque la vida no es posible sin una red de cuidados que sostenga al ser humano en varios momentos vitales, como la infancia.

-¿Qué se propone entonces desde el ecofeminismo?

-Todas estas tareas de la Naturaleza y también los cuidados tan necesarios, están invisibilizados por un sistema económico donde no tienen una traducción monetaria. No podemos contabilizar cuánto cuesta la fotosíntesis o lo que vale una caricia de una madre. Desde el ecofeminismo lo que planteamos es poner la vida en el centro, decir cuáles son las cosas de las que depende nuestra vida y darles valor.

-¿Cómo definiría el ecofeminismo, un movimiento aún poco conocido en España?

-Decimos que el ecofeminismo es un movimiento social, pero también de pensamiento. En realidad, no hay un ecofeminismo, sino muchos. Desde él, lo que proponemos es un diálogo entre el movimiento feminista y el movimiento ecologista, de manera que analicen de forma crítica el modelo patriarcal y colonial al que nos sometemos las personas. Se trata de un movimiento plural que tiene diversas formas pero que coincide cuando se habla de reconstruir esas relaciones entre los humanos y la Naturaleza o a la hora de exigir una reformulación de los conceptos que la economía no mide y que son importantes para la vida.

- ¿La crisis climática perjudica más a los hombres que a las mujeres?

-En los ejes de desigualdad hay quien se encuentra más desprotegido. Y dentro de esta crisis, las personas más empobrecidas o las que se generan círculos de exclusión se ven más perjudicadas. Ya se están realizando estudios que aseguran que las mujeres, por el hecho de serlo, se ven más afectadas. Si además de mujer, eres pobre y procedes de una etnia invisibilizada, se van suman círculos de exclusión.

-¿Se puede hacer ecologismo sin perspectiva de género?

-Desde nuestro punto de vista, creemos que es imposible hacerlo y que el movimiento ecologista y feminista se tocan en muchos puntos. No es posible pensar en igualdad sin perspectiva de género. Igual que tampoco es posible hablar de ecologismo sin hablar de desigualdades, no podemos hablar de ecologismo sin hablar de feminismo y esa lucha por los derechos fundamentales de las mujeres.