Cuentan que fue un hombre del Neolítico quien creó por primera vez una hogaza de pan. Un descubrimiento que realizó casi por casualidad tras dejarse en una especie de olla una mezcla de cereales triturados, que mezclados con agua daban lugar a la papilla que por entonces consumían. Puede ser que sea tan solo una leyenda, pero lo que está claro es que el pan es uno de los alimentos que han acompañado al hombre casi desde el inicio de los tiempos.

Un producto de alimentación básico cuyo consumo, sin embargo, ha ido cayendo en los últimos años, a pesar que debe estar incluido, según los nutricionistas, en una dieta equilibrada. Para ayudar a la promoción del pan entre los más pequeños como alimento en su día a día, la Organización Interprofesional de Cereales Panificables y Derivados ha instalado en la plaza de la Marina un autobús en el que escolares de diversos colegios de la capital han ido pasando a lo largo de la mañana para descubrir, entre otras cosas, cuál es el proceso de elaboración de una hogaza o cuáles son los nutrientes fundamentales que aporta tomar pan diariamente.

Mil y una propuestas a las que se han unido algunos participantes de lujo que acompañan a esta caravana, como Manuel Flecha, ganador del Campeonato Nacional de Panadería Artesana y también de la Miga de Oro en Castilla y León.

La campaña de promoción del pan comenzó el pasado mes de octubre, cuando arrancó la gira de este autobús que está recorriendo distintos puntos de España. Un sector que busca a través de propuestas como estas promocionar "un producto versátil apto para cualquier ocasión y momento" y que debe formar parte de una dieta sana y equilibrada.

Caída del consumo

Y es que según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el consumo medio anual por persona y año se sitúa en España en algo más de 31,77 kilos. Datos que siguen la tendencia de 2017, cuando el consumo descendió un 2.5% hasta los 32,54 kilos por persona y año. Los españoles, señala también el ministerio, destinaron el año pasado el 5,09% de su presupuesto en alimentación y bebidas a la compra de pan, por lo que el desembolso anual llegó hasta los 76,13 euros. Castilla La Mancha, Galicia y Andalucía fueron las comunidades que más demandaron este producto, mientras que Madrid y Cataluña, las que menos.