Las profesoras Ana Pellicer y María José Bruña han presentado en Zamora el libro del que son coeditoras. Un libro, "Cuando ellas cuentan", que recoge distintos relatos de algunas de las escritoras más representativas de las letras hispanas del siglo XIX.

-¿Qué tipo de libro es "Cuando ellas cuentan"?

-María José Bruña: El libro es una antología de relatos del siglo XIX. La mayor parte de ellos son prosa de ficción, aunque hay dos o tres que son de tipo autobiográfico. En total, son 13 autoras hispánicas, la mayor parte iberoamericanas, aunque también hay tres españolas, que son Pardo Bazán, Rosalía de Castro y Carmen de Burgos. Nuestra idea ha sido rellenar los espacios no contados de la Historia de la Literatura, contar la historia desde una perspectiva de mujer que es la que no se ha contado. Desde el espacio doméstico, el ámbito privado, la falta de libertad o la violencia simbólica. Hemos leído mucho a los autores del siglo XIX, pero nos queda entender la historia contada por las mujeres.

-¿ Quiénes y cómo eran las mujeres que escribían en esa época?

-(M.J.B.): Realmente, son pocas las mujeres que tenían acceso a la escritura. La mayor parte, burguesas y aristócratas, pero lo interesante es que aunque eran privilegiadas, miran también a la mujer indígena, a la esclava, a la mujer de clase social más baja...

-Ana Pellicer: Creemos que han llegado el momento de replantear el plano patriarcal y empezar a mirar un canon más amplio compuesto por mujeres, porque además son mujeres que hablan de temas vigentes, de asuntos que nos interpelan a las mujeres y hombres de hoy en día, como son el divorcio, el deseo femenino o la libertad.

-¿Son temas que quizá no han sido tratados por la literatura masculina?

-(A.P): También, pero no solo. El problema es que estas mujeres han caído en un espacio que en Bolivia llaman el olvidadero. Nuestra idea es rescatarlas de ese olvidadero y hacer una relectura del canon que aún no se ha hecho. Hasta ahora estamos acostumbrados a leer el siglo XIX en clave masculina.

-(M.J.B.): No hay temas masculinos y femeninos. Tampoco otra visión de la vida necesariamente. Muchas escritoras lo dicen: no han tenido acceso al poder, a la guerra, al espacio público y por eso no hablan de estos asuntos, sino que lo hacen del amor, de la soledad, de la cocina y de ropa.

-(A. P): En sus cuentos denuncian la dependencia económica de los hombres. Y aunque el matrimonio es un encierro, es muchas veces la única posibilidad para muchas mujeres de emanciparse, aunque sigan dependiendo del hombre.

-¿El siglo XIX supuso de algún modo un punto de inflexión en la literatura con la aparición de más mujeres escritoras?

-(A.P): Sí. Sobre todo en América Latina donde antes del siglo XIX tan solo nos encontramos a sor Juana Inés de la Cruz y obra fundamentalmente religiosa. Y es que, cuentan algunas de estas autoras que el convento era la salida de muchas si te interesaba un trabajo intelectual, porque dentro del matrimonio era imposible. Para nosotras realizar este libro ha sido un trabajo de investigación precioso porque hemos descubierto a estas mujeres aguerridas, valientes, que se pusieron el mundo por montera.

-¿Qué criterio han seguido a la hora de escoger a las autoras?

-(A.P): Teníamos muy claro que el libro iba a ser hispánico, de las dos orillas. Al final escogimos tres españolas y nueve latinoamericanas intentando que fueran textos representativos que mostrasen la mirada de mujer sobre temas fundamentales y actuales. Son textos de autoras muy reivindicativas. No son textos de cuota, sino que merecen estar ahí por derecho propio.

-(M.J.B.): El siglo XIX marca un punto de inflexión en la Literatura. Una de las causas es el proceso de independencia de muchos países en América Latinas, clave a la hora de escribir y pensar. Es un siglo muy rico en términos literarios, con la aparición del Romanticismo, uno de los movimientos artísticos que estas mujeres siguen. También aparecen cuentos realistas y costumbristas, corrientes a las que se adscriben las mujeres por primera vez. Tiene que ver también con cambios políticos como el sufragismo. Y es que el siglo XIX es el comienzo de esa revolución que luego se concreta en el feminismo del siglo XX.

- ¿Existen diferencias a la hora de tratar un mismo tema entre las escritoras según el país de origen?

-(M.J.B.): No demasiados porque pertenecen a familias criollas, a una élite que escribía en América pero que era de origen español.

-(A.P): Hasta entonces, todo lo que se producía en el siglo XIX en América Latina estaba muy controlado. De hecho, había una legislación que prohibía escribir por ejemplo novelas. Los temas son, de hecho, transversales y casi los mismos, entre ellos, la imposibilidad de verbalizar el deseo, la violencia que sufren los niños o los malos tratos que aparecen por ejemplo en los cuentos de Pardo Bazán o Flora Tristán.