El Museo Etnográfico ha acogido un taller sobre lenguaje inclusivo dentro del 78 Encuentro Feminista que se ha celebrado este fin de semana en la ciudad. Un taller en el que se ha hablado, según ha explicado Olga Castrillo González, de conceptos y palabras de uso cotidiano y sus connotaciones sintácticas. Y es que el problema, según ha explicado Castrillo, radica "en el propio lenguaje y en la discriminación que sufren las mujeres en los diccionarios".

"La lengua sigue siendo muy sexista. Incluso los pocos cambios que introducido la Real Academia, que una institución eminentemente misógina, no solo van despacio, sino que en muchos casos se opone a este proceso de evolución".

Una evolución que es, en definitiva, el reflejo de una sociedad, ya que el lenguaje "no solo conforma nuestro ámbito, sino que establece el pensamiento y la forma en la que vemos la realidad". Una forma de pensar y expresarse que incluso afecta también a las propias mujeres que "a pesar de todo siguen usando un lenguaje sexista" porque "nacemos en la misma sociedad que los hombres, patriarcal, y nos vemos obligadas porque el personaje de autoridad es del hombre".

De hecho, recuerda Castrillo, la mayoría de las palabras con acepciones negativas son de género femenino, mientras que las poseen características positivas suelen estar asociadas al masculino. Es por eso que "lo ideal sería usar nombres colectivos", excepto en ocasiones determinadas, aunque reconoce que "no es fácil cambiarlo". Sobre el género neutro y la tendencia de emplear la "e" para hacer el lenguaje más inclusivo, Castrillo ha afirmado que su uso no parece por ahora una alternativa viable porque "si no hemos conseguido que haya un cambio con los géneros que tiene la propia lengua española, introducir otro supondría un cambio absoluto" poco factible.