Hace un cuarto de siglo el fermosellano Antonio Regojo Rodríguez sentó las bases de la Fundación Conchita Regojo con el objetivo ayudar a cubrir las necesidades básicas tanto físicas como intelectuales de niños, jóvenes y mayores necesitados, preferentemente del municipio de Fermoselle y honrar la memoria de su única hija. Durante este tiempo la organización, con algo más de seis millones de euros, ha respaldado a 47 obras sociales y ha llevado a cabo proyectos tan emblemáticos en la capital del arribanzo como las residencias de mayores Conchita Regojo y don Antonio y dona Esther sin olvidar al resto de la provincia zamorana, como el apoyo a la Asociación Aula Familiar o a la Unión Deportiva San Lorenzo. "El dinero bien gestionado da para mucho. Es una función con solo dos sueldos y todo lo demás es voluntariado, pues si una cesta la llenas de agua, pero tiene fugas, no sirve de nada", aseveró la presidenta de la Fundación, Alejandra Regojo Otero antes del inicio de la gala de celebración de las bodas de plata de la organización, celebrada ayer en un abarrotado paraninfo del Colegio Universitario con presencia de colectivos sociales que trabajan en el ámbito provincial, responsables políticos de Fermoselle o algunas de las 130 personas beneficiadas a través de la ayuda al estudio.

Pese a que la Fundación Conchita Regojo cuenta con varias sedes fuera de la provincia, optaron porque fuera Zamora el lugar para la celebración su aniversario porque "al fundador le hubiera gustado", remarcan. En el transcurso del acto la fundación entregó reconocimientos a las personas que estuvieron al lado Antonio Regojo cuando inició su labor filantrópica. Entre los galardonados estuvieron Pedro Crespo, ya fallecido y representado por sus nietos Alejandro Marqués de Magallanes y Santiago Puente Crespo; a la Unión Deportiva San Lorenzo, porque "a través del deporte impulsa la amistad y la colaboración mutua"; a Cáritas Diocesana, por "su ejemplo claro de acción social"; a Domingo da Costa, "como gran impulsor de las residencias de mayores en Fermoselle", y a sor Javiera Echevere, que "hizo posible que las cosas pasaran", explican desde la Fundación.

A mayores, la entidad falló los premios del primer certamen literario. Las ganadoras fueron Lara Melero del Colegio Buenos Aires de Benavente; y Sonia Prada del IES Valverde de Lucerna de Puebla de Sanabria. " El concurso de relatos seguirá," certificó la presidenta de la Fundación Conchita Regojo, aunque atestiguó que "no tenemos clara su periodicidad, pero seguiremos dándolos no solo en la literatura". Otro ámbito cultural, la música, interpretada por el cuarteto de cuerda Berdión, punto final a la celebración.