La falta de comprobaciones después de realizar una reparación estuvo en la causa de la frenada de emergencia que un maquinista del Alvia tuvo que realizar el 12 de agosto de 2017 para evitar que el tren descarrilara al entrar en una vía de la estación de Puebla de Sanabria a 90 kilómetros por hora en lugar de los 30 reglamentarios. Es lo que concluye la investigación del incidente realizada por la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) del Ministerio de Fomento.

La suerte fue que el maquinista se dio cuenta a tiempo de que a pesar de que la señalización no advertía nada extraño, un desvío estaba mal configurado, y el tren, que tenía que haber seguido rumbo a Galicia porque no tenía que parar en la estación de Puebla, enfiló hacia una de las vías por las que se mete a los trenes que tienen que hacer la parada en la estación para dejar y recoger viajeros.

Aunque el incidente no tuvo mayores consecuencias, ya que la rápida reacción del maquinista evitó que descarrilara y se produjeran daños personales o materiales, sí fue de suficiente gravedad como para que se haya sometido a una investigación , cuyos resultados se han hecho públicos y contienen en sus conclusiones la causa exacta del accidente, así como las recomendaciones para que no se vuelvan a repetir hechos similiares.

Y es que, como ocurre en la mayoría de las ocasiones en todos los accidentes no hay una única causa. Es cierto que el informe de la Comisión asegura que la causa directa del incidente fue el fallo electrónico del sistema de seguridad "producido tras el arranque de la instalación una vez reparada una avería en el suministro de energía eléctrica". Pero también añade, como factores que ayudaron a que se provocase el problema, que los trabajadores de mantenimiento que repararon la avería no accionaron el sistema "varias veces para comprobar su funcionamiento ni se realizaron pruebas de concordancia" entre lo que indicaba la señalización y la disposición real de las vías. Estas comprobaciones no están establecidas en los protocolos de actuación del gestor de las infraestructuras, Adif.

Un año después en septiembre de 2018, a pocos kilómetros de allí, en Pedralba de la Pradería se registró otro incidente, debido al parecer en una sobretensión causada por alguna tormenta, que aún está en investigación. Aunque en su día surgieron voces que hablaron de problemas de mantenimiento en la línea de tren de Sanabria, parece que el avance de las obras del AVE debería dejarlos solucionados, dado que también va a suponer mejoras en los sistemas de seguridad de la línea convencional.