Cuenta la leyenda que el 19 de septiembre de 1846, dos niños, Maximino y Melania, pastoreaban en los montes de La Salette, en los Alpes franceses. Fue entonces cuando una mujer se les apareció sentada sobre una piedra. Vestía a la usanza de aquella zona, con falda larga, delantal y pañuelo cruzado. Sobre su cabeza, un haz de luz, y sobre los hombros, una gran cadena y un crucifijo con un martillo y unas tenazas.

Este pequeño relato es el origen de la historia de la Virgen de la Saleta, una imagen con gran devoción mariana en la ciudad. Sin embargo, y a pesar de la pasión de muchos por esta imagen, hasta ahora no contaba con un manto acorde.

Es por eso que Javier García y Manuel Jiménez, dos de los integrantes de la cofradía de la Virgen de la Saleta, decidieron ponerse manos a la obra y fundar un taller de bordado en el que hacerle un manto a la imagen.

Con un diseño de Jiménez, inspirado en el resto de mantos que lucen las vírgenes zamoranas de la misma época, como la Virgen de La Soledad o la de Los Clavos, han creado un boceto con forma de estrellas y cadenas, como las que lució la Virgen durante su aparición en Francia.

Puntada tras puntada, hilo tras hilo, los integrantes de este taller que se reúnen cada jueves en el centro parroquial de San Torcuato, donde tejen poco a poco el que será el manto de su Virgen. Un proceso muy laborioso, ya que cada pieza tiene que realizarse a mano y de forma individual.

El proceso comienza con el calco del esbozo original, unos trazos que luego se montan sobre el bastidor, donde empiezan a tejerse con hilo de oro. Algunas piezas tienen además que ser rellenadas una vez listas. "Requiere mucho trabajo", cuentan los integrantes de este taller, pero "resulta muy enriquecedor".

Ahora mismo están enfrascados en los dos frentes del manto, con piezas que se adecuan a la imagen salida del taller del escultor zamorano Ramón Álvarez.

Aunque aseguran no tener prisa, esperan que su Virgen luzca manto nuevo, que será de color rojo, en dos o tres años. "Ya casi no se hace este trabajo en la provincia de Zamora". De hecho, son de los pocos que continúan con este proceso tan laborioso, pero gratificante. Todo por una Virgen que ahora mismo solo cuenta con una capa sencilla, sin bordados.

Entre los participantes -aún está abierto el plazo de inscripción-, un voluntario que asegura que decidió apuntarse porque siempre había visto como su madre cosía. Así que decidió probar. Y desde entonces se quedó.

Inscripciones

El periodo de inscripción en el taller aún continúa abierto. Dicen además los organizadores que todo aquel que quiera puede apuntarse ya que no se necesitas conocimientos de bordado previos. Tan solo interés por aprender esta labor tradicional que casi se está perdiendo.

Los talleres tienen lugar los jueves. Aquellos interesados en unirse o en obtener más información pueden dirigirse al teléfono de la cofradía 661 27 93 13 o enviar un correo electrónico a cofradiasaletazamora@gmail. com. El precio de la inscripción para todo el año es de tan solo 70 euros.