Pilar Díez García ha pasado a sus 38 años de edad por la dura experiencia de ser diagnosticada de cáncer de mama y por tener una recidiva de la enfermedad a los dos años del primer diagnóstico, cuando tan solo tenía 26 años. Es voluntaria de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en Zamora y actualmente desarrolla esta labor en el Hospital Provincial como voluntaria testimonial, lo que es muy importante para dar ánimo a personas que pasan ahora por un proceso que ella ya ha superado.

Pilar Díez hablará de su experiencia en la jornada sobre el cáncer de mama que se celebrará el 15 de octubre dentro de los Foros de Salud de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA.

Estará acompañada en la mesa redonda por expertos en el cáncer de mama tanto de la medicina como de la investigación y de la psicología. La jornada cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Zamora, la Fundación Caja Rural, el Hospital Recoletas de Zamora y la Asociación Española Contra el Cáncer.

-¿Cuándo le diagnosticaron el cáncer de mama?

-Hace once años. Entonces tenía 26 años. Me noté el bulto y enseguida fui al médico de cabecera y me derivó a la Unidad de Patología Mamaria. Me hicieron la biopsia y empezó todo el proceso.

-¿En qué consistió el proceso?

-Me operaron en poco tiempo, me derivaron al oncólogo y empecé el tratamiento de quimioterapia. Me dieron quimioterapia y radioterapia.

-¿Cuándo tuvo la recidiva de la enfermedad?

-A los dos años fue cuando tuve la recidiva y me lo vieron en una revisión. Pasé por otra cirugía y me volvieron a dar quimioterapia y radioterapia. Fue otra vez volver a empezar. Casi fue más dura la segunda vez que la primera porque ya sabías por todo lo que tenías que pasar. Psicológicamente me costó más asimilarlo porque ya sabía por todo lo que tenía que pasar y fue volver a empezar. Me costó un poco más, pero poco a poco lo fui llevando y afrontando.

-¿Cómo se recibe un diagnóstico de cáncer de mama?

-Fue muy duro. Cuando me derivaron al oncólogo ya sabía que algo había, pero como era tan joven no sabía muy bien a lo que iba. La primera consulta del oncólogo fue para mí uno de los momentos más duros de la enfermedad. Es cuando te dan el diagnóstico, me dijeron todos los tratamientos que me iban a dar y te hablan de todos los efectos secundarios. Además de la noticia, es mucha información la que te dan y te quedas en "shock".

-¿Cuál fue lo más duro del proceso?

-Para mí lo más duro fueron los tratamientos, sobre todo la quimioterapia por los efectos secundarios como la caída del pelo. Recibí dos clases de tratamiento y el primero me producía muchos vómitos y mucho malestar.

-¿Fue duro afrontar la caída del pelo?

-Sí, también es bastante duro. Luego es lo menos importante, pero al principio es duro. Entonces yo llevaba el pelo largo y más rizado que ahora y para mí era como una seña de identidad. Me recomendó la psicóloga que me lo cortara antes de que se me fuera cayendo para que no fuera tan traumático y me lo corté cortito y después me lo rapé.

-¿Le cambió mucho la vida tras el diagnóstico del cáncer de mama?

-Sí, a mí me ha cambiado la vida incluso a día de hoy. Es un antes y un después en tu vida. Te cambia a todos los niveles, pero también tiene sus cosas buenas.

-¿Qué cosas buenas ha encontrado tras ese proceso?, ¿Cambian también los valores de la persona?

-A nivel personal, lo que me ha aportado es que me valoro más a mí misma. Creo que me ha dado autoestima y que me he dado cuenta de lo fuerte que soy porque es verdad que lo he llevado con bastante fuerza y bastante entereza. Es una cosa que he aprendido de mí misma, que hasta que no te ves en esa situación y lo pasas, no sabes lo fuerte que eres. A nivel familiar, me he dado cuenta de que tengo una familia fantástica porque me han apoyado mucho en todo momento y la verdad que estoy muy orgullosa. Me siento orgullosa por tener esa familia y como reaccionaron y todo lo que me apoyaron, tanto mi familia como mi pareja porque llevábamos poco tiempo de relación y sin embargo se volcó mucho conmigo y me ha dado mucho cariño y mucha fuerza. A raíz del cáncer y de la Asociación Española Contra el Cáncer, he conocido a gente estupenda y eso también son cosas que te aportan.

-¿Cómo lo vivieron sus familiares?, ¿Es importante contar con el apoyo del entorno?

-Es muy importante porque ellos son los que están contigo día a día, los que te acompañan en todo momento, te cuidan, te dan fuerza y me han dado vida también.

-¿Qué mensaje le gustaría transmitir en la mesa redonda de la jornada sobre el cáncer de mama?

-Sobre todo me gustaría dar un mensaje de esperanza e incidir en la importancia de la detección precoz. En mi caso, me detecté yo misma el bulto porque con 26 años no estás en ningún programa de prevención ni te hacen mamografías. Es muy importante transmitir el mensaje de que la gente joven lleve a cabo las autoexploraciones mamarias porque te pueden salvar la vida.

-¿Qué recomendaría a una persona que le diagnostiquen cáncer de mama?

-Creo que la actitud y como te enfrentes es lo más importante. Es verdad que es muy duro y que es un camino largo y muy difícil, pero creo que la actitud es el 50% de la enfermedad. Creo que hay que afrontarlo con mucha fuerza y con mucho ánimo.

-Es voluntaria de la Asociación Española Contra el Cáncer, ¿cómo comenzó a realizar esta labor?

-A raíz de la enfermedad, mis padres comenzaron a ser voluntarios y yo soy voluntaria desde que me diagnosticaron la enfermedad. Donde más he colaborado es en Toro y desde el mes de abril soy voluntaria en el Hospital Provincial. La verdad es que estoy muy contenta.

-¿En qué consiste su labor como voluntaria en el Hospital Provincial de Zamora?

-Lo que hacemos es acompañar a los enfermos y visitarlos. Vamos por las plantas de quimioterapia, radioterapia y hematología y ofrecemos ayuda y apoyo emocional a pacientes y familiares. Estamos para escucharles y ayudarles en todo lo que podamos. Otra parte muy importante es la visita a las habitaciones del Hospital, donde ofrecemos apoyo emocional.

-¿En su día encontró ese apoyo en la Asociación Española Contra el Cáncer?

-Sí. También recibí apoyo psicológico, que creo que es muy importante porque siempre he intentado estar bien por la familia, pero también necesitaba desahogarme por otro lado. Siempre intentaba que ellos me vieran bien, pero también te viene bien desahogarte. He recibido ayuda psicológica y es una parte muy importante del proceso.

-Su vivencia demuestra que el cáncer se cura...

-El pronóstico del cáncer de mama es bueno y hay muchos casos que se curan y también es porque se detecta a tiempo. Por ese motivo, la detección precoz es muy importante y en mi caso fue clave.