"Luis Rius tuvo la precaución de poner a grabar su magnetofón cuando acudía al pequeño apartamento de León Felipe en Ciudad de México. En la estancia apenas había sitio para sentarse a conversar: un sillón, una mesa cubierta de papeles, una estantería, un teléfono y una cama sobre la que pendía una cruz de madera". Podía haberse limitado a esbozar las líneas básicas de la biografía de los protagonistas en el prólogo de esta joya recuperada, pero el historiador zamorano Alberto Martín ha preferido apostar por un lenguaje más propio de la novela. Conocedor del ambiente histórico y social que acompañó a León Felipe y a Luis Rius, la tentación de recrear el contexto de las conversaciones que dieron origen a "Poeta de barro" eran demasiado sugerentes como para no permitirse la licencia.

El caso es que la Feria Liber -el evento internacional que se ha celebrado esta semana en Ifema en torno al libro- presentó al público la primera edición española de la biografía de Felipe Camino, rescatada ahora por el Instituto Cervantes. México lanzó desde finales de los sesenta varias ediciones de la obra, pero ha sido la institución española la que ha incluido "Poeta de barro" en la colección "Los Galeotes", consagrada a "liberar" de las "galeras del olvido" grandes obras que, por circunstancias, no tuvieron el recorrido merecido. Precisamente, el técnico de Literatura del Cervantes, Juan Carlos Méndez Guédez, acompañó este viernes a Alberto Martín, coordinador de actividades de la Fundación León Felipe, en la puesta en escena del proyecto, en una de las salas de la Feria Liber.

La presentación permitió rescatar el origen de aquella obra, producto de la tesis doctoral de Luis Rius, apasionado admirador de la poesía de León Felipe. El autor zamorano había concedido varias entrevistas a lo largo de su vida, pero el encuentro con Rius para la elaboración de su biografía fue un proyecto muy distinto. "No se trataba de un periodista, sino de un profesor y poeta que había decidido escribir su tesis doctoral sobre aquel gigante", precisa Alberto Martín en el prólogo.

Y es que, además de la literatura, al entrevistador y al entrevistado los unía una rotunda experiencia común. Explica Martín Márquez que Rius "era un niño de la guerra. Nació en España y en 1939, cuando tenía nueve años, emigró a México con su familia. Perteneció a la generación del cincuenta y fue un gran divulgador de la literatura, tenía programas de radio y de televisión". Acaso, a ambos los separó una diferencia significativa. León, amargado con su país, que solo le había procurado "cárcel y destierro", nunca regresó a España. Pero Luis Rius sí lo hizo en varias ocasiones.

Así que el gran nexo común fue el exilio. Aunque León Felipe lo experimentó de una forma distinta. La guerra civil provocó la partida definitiva del poeta hacia México, país al que ya estaba estrechamente unido a través de su esposa Berta Gamboa. Allí se convirtió en el anfitrión de los españoles desterrados, un referente para los intelectuales republicanos que buscaban un segundo hogar, que ya sería el definitivo. De aquel tiempo agridulce -por no decir, profundamente amargo- se conmemoran ahora las ocho décadas.

Pese a la brecha de edad que existía entre ambos, el profesor Rius no solo se acercó a la poesía de León Felipe, sino que trabó una profunda amistad, consagrada en la década de los sesenta con aquellas largas conversaciones, ahora inmortalizadas de nuevo en "Poeta de barro". Tuvo que lidiar Rius con el carácter del zamorano, "siempre meditabundo", tristón, callado, como habitante de un mundo propio, ajeno al de su entorno. El magnetofón de la vivienda de Felipe Camino registró las claves para intentar saber quién era aquel poeta más mexicano que español. Una vez alumbrada la biografía -en la que León colaboró al punto de corregir el contenido, cambiarle el título y bautizar cada capítulo- el zamorano reconoció que aquel trabajo tampoco resolvía la cuestión elemental: "¿Quién soy yo?".

Una duda que da título a la exposición sobre el autor que ahora mismo se encuentra en Nueva York y que pronto viajará a Chicago, punto y seguido de la gira internacional. No era la primera vez que Rius colaboraba con León en la divulgación de su filosofía y su obra. Durante años, dedicó una treintena de programas a la difusión de sus textos en el espacio "Historia de la literatura española", que emitía la radio de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

De cualquier modo, las memorias llegaron a tiempo. Meses después de su publicación, en septiembre de 1968, Felipe Camino desaparecería para siempre. "Poeta de barro" se reeditó en 1974 y de nuevo en los años ochenta, pero nunca en España. Ahora, aquellas conversaciones regresan de las "galeras del olvido" y recuperan en nuestro país la libertad que siempre defendió León Felipe.