El artista zamorano Federico Osorio Lobo expone estos días en la sala de exposiciones de la Encarnación una selección de sus creaciones.

-¿Cómo llega al mundo del arte?

-Siendo niño me hacía con tablas los juguetes. Entonces comencé a conocer las distintas maderas. Empecé a tallar con 18 años, aunque ha habido etapas en las que me he dedicado a otras cuestiones. En los años 90 tomé la decisión de dedicarse en exclusiva al mundo del arte.

-Usted es un artista multidisciplinar.

-Trabajo la pintura, la escultura y el grabado. Me da igual trabajar la caligrafía porque soy calígrafo y doy clases, me da igual trabajar el grabado en planchas grandes o en pequeñas, una técnica que he empleado durante mucho tiempo y ha sido mi fuente de ingresos durante muchos años. También he hecho acuarela y, por supuesto, la escultura. Hasta que no he tenido una representación significativa de obra grande no las he mostrado. Las he ido haciendo a la vez que trabajaba para otras artes.

-Su hacer lo define como...

-A mí lo que me gusta es la abstracción. Yo quiero hacer cosas bellas, pretendo realizar obras muy bellas y que a la gente le sugiera pensar, pararse a mirarla. Desde mi punto de vista el arte tiene una función de hacerle reflexionar sobre qué está viendo. En una pieza abstracta no se puede decir qué es, sino lo que le sugiere. El arte invita a la contemplación, el momento en el que tu te paras, miras y ves y se puede conseguir con una escultura, con el color...

-En la exposición que tiene estos días en la sala de exposiciones de la Encarnación hay ejemplos de obra pictórica y escultórica.

-Para mí son complementarias. Hay períodos en los que estoy muy creativo y se te agolpan las ideas para esculturas. A veces también coincide que tienes muchas maderas interesantes y, de repente, bullen las ganas de trabajarlas. En otro momento la talla la pospongo porque estoy desarrollando color en acuarelas.

-Háblenos de las acuarelas que reúne en la sala de la Diputación.

-La pieza parte de un grabado porque he dotado de un volumen un papel mediante esa técnica. A continuación, la he policromado con acuarela porque no quiero estropear la porosidad del papel. En la exposición muestro mi obra para que el público me conozca. Somos muchos los zamoranos artistas que no se conocen. En esta tierra hay mucha talla en madera y en la muestra presento varias piezas.

-¿Por qué reivindica la talla en madera?

-El sentir la madera y ver el proceso es muy especial, hay que vivirlo. La más especial es el nogal, pues puedes hacer trabajos muy finos. La madera es copartícipe del resultado y partes del límite de las características del palo. Suelo hacer piezas grandes y me gusta respetar su naturalidad. A veces las patino, pero para eso paso al bronce.

-Entre sus esculturas llama la atención una, la Santa.

-Es mi homenaje a santa Teresa de Jesús. Todo es místico en la vida y ella fue la cumbre del misticismo en España. Al ponerme a trabajar con el peral me salió la pieza de manera natural.

-La curva está presente en todas sus obras, ya sea en metal, en papel o en madera.

-La belleza está en la curva. Lo más orgánico y sensual es la curva. Siempre me ha gustado la figura totémica. En mi obra no hay mucha evolución, quizá ahora estoy alargado más las piezas.