La iglesia de Santiago el Burgo iluminó ayer sus muros centenarios de color azul para conmemorar el Día Mundial de la Dislexia. Zamora se une así a otras muchas ciudades de todo el país que vieron como algunos de sus edificios más emblemáticos se vistieron de este color, entre ellos el propio Congreso de los Diputados, para recordar, como cada primer jueves de octubre, la importancia de apoyar a las personas que sufren esta dificultad de aprendizaje.

La Asociación de Dislexia de Zamora, Disfam, aprovechó además la ocasión para leer un manifiesto en el que exigió más "visibilidad para las personas que la sufren" en su día a día.

Y es que, según la presidenta de la organización en la capital, Belén López, cerca del 10% de la población padece este transtorno del habla. Unas dificultades, asegura, que muchas veces no se tienen en cuenta, pero que es la causa principal por la que 4 de cada 6 niños que sufren fracaso escolar abandone sus estudios antes de tiempo.

"Lo más importante es que se nos haga visibles, porque ahora mismo no lo somos. Pasa desapercibida para la mayoría" y sin embargo, asegura, "tenerla es una tortura existencial porque nuestro sistema educativo se basa en la lectura y la escritura, donde precisamente las personas disléxicas tienen más problemas".

Es por eso, que desde la organización exigen que se tomen medidas desde el colegio, ya que entre el 5 y el 10% de la población la padece. "Con la dislexia naces, creces y vives. Y aunque muchas personas pueden llegar a ser genios, muchas otras se enfrentan a situaciones muy complicadas a lo largo de su vida". Incluso hay algunas que no llevan a ser conscientes de que la sufren.

Durante todo el día se ha promovido además el uso del eslogan #UnidosPorLaDislexia, un mensaje de unión a través de las redes sociales.