La pensión como fuente principal de ingresos. Esa es la realidad de casi un centenar de municipios de la provincia de Zamora, que cuentan con más jubilados que asalariados entre sus vecinos. El envejecimiento de la población hace estragos en un territorio tan disperso en cuanto a núcleos urbanos, lo que hace que cada vez sean menos las personas con un sueldo en la denominada España Vaciada.

Y es que, no solo crece -como es lógico- el número de pensionistas, sino también el de ciudadanos que viven a través de prestaciones por desempleo o de cualquier otro tipo, así como fuentes de ingresos derivadas de rentas de capital o arrendamientos. El empleo, en definitiva, es una quimera en esta lista de municipios donde los pensionistas superan ya a los trabajadores en activo.

El peso de las pensiones va en aumento en la provincia de Zamora, como así revelan los datos del "Atlas de distribución de renta de los hogares", una estadística experimental que el INE ha lanzado para conocer de manera pormenorizada cuál es el estado económico de las familias. Como es recurrente cuando se trata de despoblación, el cuadrante noroeste de la península es el lugar donde los municipios empiezan a contar con más jubilados que trabajadores en activo. De hecho, en este punto se localizan las provincias que copan la lista en este particular. Ourense, con el 57% de localidades donde la principal fuente de ingresos son las pensiones, ocupa el primer lugar. Le siguen, no muy de lejos, León (44%) y Lugo (41%), hasta la aparición de la provincia de Zamora en cuarto lugar con un 38% de municipios en los que cuesta menos encontrar un jubilado que un asalariado.

La situación, sin embargo, es más grave en unos lugares que en otros. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, existe una buena batería de municipios donde los ingresos de los pensionistas doblan, directamente, al de los asalariados. Tales son los casos de Arrabalde, Brime de Sog, Carbajales de Alba, Figueruela de Arriba, Fresno de Sayago, Hermisende, Olmillos de Castro, Peque o Pueblica de Valverde. En un escalafón superior, aunque no en una gran medida, se encuentran aquellos donde la diferencia es abultada pero no llega a doblar. Esos municipios son Alfaraz de Sayago, Ayoó de Vidriales, Camarzana de Tera, Otero de Bodas, San Pedro de Ceque o Villar del Buey. Lo que tanto unos como otros comparten es que el 48% de sus hogares tienen a la pensión de jubilación como principal fuente de ingresos del núcleo familiar.

Los números hablan de la insostenibilidad del sistema, dado que en casi la mitad de los municipios de Zamora la ratio de jubilados es mucho más abultada que la de asalariados. Eso, además, causa diferencias notables en la renta media de los hogares y la riqueza entre unos pueblos y otros. Así, Morales del Vino sigue ocupando una posición privilegiada en cuanto a ingresos, derivada de la productividad de los miembros de la familia. Por el contrario, estos municipios donde el principal recurso económico es la pensión, ven menguar la renta media de sus hogares, al incluirse, además, percepciones no muy altas como son las de las cotizaciones en el campo e incluso las pensiones no contributivas.

El mapa de la desigualdad se hace cada vez más grande entre la España concentrada y la vaciada, pero también ocurre lo mismo entre los municipios de una provincia como la de Zamora, donde el cada vez mayor envejecimiento de la población está provocando diferencias más que evidentes entre las condiciones de vida de sus vecinos.