La placa del edificio Hortus Conclusus de Campo Baeza de la plaza de la Catedral añadirá en los primeros días del año que viene a los nombres del Consejo Consultivo y del Tribunal de Recursos Contractuales de Castilla y León, la de sede de una exposición permanente de medio millar de piezas arqueológicas encontradas precisamente en el solar donde se levanta el inmueble.

"En busca del tiempo perdido. Arqueología e historia en la ciudad de Zamora" es el nombre elegido para el montaje museístico que permitirá mostrar al público de una manera adecuada las piezas procedentes de los restos arqueológicos encontrados durante las obras del solar donde se asienta, en el corazón del casco antiguo de la ciudad, el epicentro de la vida de Zamora en la antigüedad.

De hecho, el Consejo Consultivo ya es en parte museo, ya que tiene en marcha, a disposición de todos los visitantes, la primera parte de su proyecto expositivo, pero dará el empujón definitivo en breve, una vez que se lleve a cabo la segunda fase de este proyecto, que ya ha salido a licitación valorado en 88.821 euros.

El arquitecto Francisco José Pérez Ruiz ha sido el encargado de redactar la memoria que sirve de base al proyecto, elaborado con la colaboración de Rosario García Rozas y Hortensia Larrén Izquierdo, respectivamente directora del Museo Provincial y arqueóloga territorial de Zamora, en base al discurso expositivo museístico redactado por José Luis Hernando Garrido.

La muestra se estructura en áreas temáticas con paneles generales, repertorios gráficos, así como "una importante selección entre las más significativas de las piezas halladas durante la excavación arqueológica. Algunas de ellas han sido restauradas durante este último año con el fin de ser expuestas en este espacio, quedando el resto de los centenares de piezas localizadas en el Museo de Zamora", explica la memoria que da pie al proyecto.

Con el fin de llevar a cabo esta zona expositiva "se ha optado por su disposición en un reducido espacio de una de las áreas comunes del Consejo Consultivo, concretamente la zona del distribuidor que da paso al patio exterior donde se encuentra el resto de la exposición. Se ha optado precisamente por este espacio para conseguir una continuidad expositiva entre las piezas que tienen que estar expuestas en un interior, bajo techo y las que ya lo están en el exterior porque pueden ser expuestas a la intemperie, es decir, las colocadas en la primera fase".

Y es que la excavación arqueológica del solar del Consejo Consultivo resultó modélica y la gran cantidad de restos hallados fue lo que aconsejó al anterior presidente de la institución, Mario Amilivia, a promover su exposición de cara al público, tarea que culminará su sucesor en el cargo, el actual presidente Agustín Sánchez de Vega.

Según explica el proyecto expositivo de Francisco José Pérez Ruiz, "se mantiene un pasillo virtual de salida al patio, procediendo a ordenar la exposición interior en un lateral, dejando el contario contra el muro de vidrio, como espacio destinado a zona de espera; también se aprovecha la siguiente sala de cortavientos, donde actualmente se localizan las maquetas, para exponer paneles y fotografías relacionadas con la exposición".

Fue el año 2015 cuando se presentó la primera fase de lo que se denominó proyecto cultural arqueológico del Consejo Consultivo con una exposición de los primeros restos. Este primer proyecto se hizo realidad gracias al fruto de un convenio de colaboración suscrito entre la Consejería de Cultura y Turismo y el Consejo Consultivo, que permitió realizar una exposición permanente en el exterior, en el patio perimetral del edificio, "permitiendo la divulgación y puesta en valor de muchos ejemplos de los restos arqueológicos que se hallaron durante los años 2008 y 2009 en las excavaciones previas a la edificación de la nueva sede del Consejo Consultivo".

Si bien en una primera fase "se dieron en exponer las piezas pétreas, capaces de soportar las inclemencias del tiempo al situarse en el patio exterior, en esta su segunda fase se proyecta la exposición del resto de materiales, cerámicos, metales, bronces, monedas y otros elementos hallados en el solar del Consejo Consultivo que se corresponden con las etapas del Bronce Final, Primera y Segunda Edad del Hierro, etapas Romana y Tardoantigua, Alta Edad Media, Baja Edad Media y Edades Moderna y Contemporánea, que se expondrán en vitrinas cerradas que permitan su contemplación a la vez que su preservación en el interior del edificio", señala la memoria que supone la base en la que se sustenta el contrato para lo que va a ser la dotación, en la práctica, de un nuevo museo para la ciudad aunque no lleve tal nombre.

Todas las piezas, "si bien adscritas al Museo de Zamora, serán expuestas en el edificio bajo el que fueron localizadas merced al convenio y depósito temporal de la Consejería de Cultura con el Consejo Consultivo. Es por ello que el Proyecto expositivo de Cultura incluye un plan de seguimiento periódico en relación con el estado de conservación de los restos por parte de los técnicos de la Consejería, actuaciones relacionadas con la selección de las piezas, tratamiento y restauración, infraestructuras expositivas o material didáctico y divulgativo", señala Pérez Ruiz en su memoria.

El proyecto señalizará la existencia de la exposición con un panel de metacrilato a la entrada, similar al que existen ya con los nombres del Consejo Consultivo y el Tribunal de Recursos Contractuales. "Nada más entrar, en la zona resguardada de la intemperie se colocará un mueble de acero en abanico con ocho fotografías de los momentos más significativos de la excavación".

La zona expositiva propiamente dicha se ubica en una parte del edificio que no estorba al trabajo normal de la institución que alberga. La exposición comienza con un monolito de vidrio con un vinilo explicativo de las ideas más significativas del conjunto.

A partir de ahí el espectador va recorriendo la muestra, dividida en siete grandes aparatados: época Prehistórica y Protohistórica, épocas Romana y Visigoda, época Altomedieval, épocas Bajomedieval y Moderna, otros materiales medievales y modernos, campaneros y artesanos y hallazgos numismáticos (monedas). Se estima que pueden caber en torno a 500 piezas. Vitrinas, paneles y estantes sobre la pared de cristal servirán de soporte físico para las piezas y explicación de su significado.

El plazo máximo de ejecución del contrato será de cuatro meses, de los que al menos uno corresponderá a la instalación, traslado y montaje. Una tercera parte del objeto del contrato deberá estar ejecutado antes del 1 de enero de 2020.