La zamorana Purificación de Lorenzo expone sus acuarelas en los bajos de su vivienda situada en calle Puente, en el barrio de la Horta.

-Usted nuevamente expone en la ciudad.

-Es mi segunda exposición en Zamora. La primera vez que mostré mis obras fue coincidiendo con las Edades del Hombre. Zamora me apasiona pintarla y tiene unos rincones muy interesantes y más en acuarela. Busco detalles menos conocidos y que, a veces, pasan más desapercibidos, que tienen un encanto especial como la cuesta del obispo, la ermita de la Peña de Francia, la iglesia de San Andrés o la antigua iglesia de santa Lucía. Me gusta buscar rincones especiales y voy por la calle observando. En esta ocasión exhibo 27 acuarelas pintadas la mayoría en el último año.

-¿Pinta del natural?

-No, a partir de fotografía. Yo personalmente prefiero pintar a través de una fotografía porque pueden pintar in situ, puesto que cuando lo estás haciendo cambia el lugar porque la luz está en constante cambio o tienes el cielo azul y en cuestión de segundos aparecen unas nubes. Prefiero pintar de fotografía a mi ritmo.

-En la muestra combina paisaje urbano con rincones de la provincia.

-He pintado lugares de la provincia como Villafáfila, pero me gusta más la capital. Soy una enamorada de Zamora quizá porque no he residido siempre aquí y cada vez que regreso le encuentro más aspectos bonitos. En la muestra he reunido únicamente obra centrada en esta provincia, aunque tengo mucha más producción tanto en acuarela como en óleo y en acrílicos.

-¿Qué le mueve a regresar a la acuarela?

-Empecé con ella por cuestión de practicidad porque terminas rápidamente y es muy limpia. La primera vez resulta difícil como todas las técnicas, pero es muy agradecida.

-¿Por qué opta por formato pequeño a la hora de pintar?

-Porque la acuarela se presta a este formato. Además, para este tipo de temática resulta idóneo.

-Ha abierto la planta baja de su vivienda para exhibir sus pinturas. ¿Seguirá haciéndolo con otros autores?

-Sí porque en Zamora no hay muchos espacios donde exponer. Quien abre una sala como negocio está claro que busca una rentabilidad, pero debería de existir alguna sala pública más en la ciudad. Es muy interesante la sala de la Encarnación, que tiene una larga lista de espera, y la Alhóndiga está situada en un lugar al que difícilmente va la gente sino le gusta el mundo de la creación o si no conoce al artista. Yo creo que el casco antiguo es un espacio muy bonito para las exposiciones. En el caso de mi casa me parece un espacio idóneo al estar a ras de calle, lo que permite un fácil acceso,al estar en las inmediaciones del puente de Piedra, una zona por la que pasea mucha gente. Me gustaría que otros artistas expongan en este lugar. Varios amigos pintores están interesados y yo misma expondré otro tipo de obra distinta a la de ahora.

-¿Cuándo serán esas exposiciones?

-No me marco una fecha para abrir otra nueva exposición. Hay que prepararlas bien, pues detrás de una exposición existe mucho trabajo ya que tienes que situar las obras atendiendo a unos criterios estéticos. Me gusta ir a ver exposiciones y a veces que resulta interesante la obra que se muestra, pero sin embargo los cuadros no están correctamente situados.

-¿Le gusta seguir la actualidad cultural?

-Sí, sí me parece muy importante conocer lo que se hace y soy asidua a las exposiciones porque se aprende mucho. El artista siempre está en constante formación. El público responde de distintas maneras ante la pintura, quizá porque no le llama la atención. Yo creo que también se aprende mucho al hablar con el espectador que ve los cuadros.

-¿Qué supone para usted esta nueva muestra en su tierra natal?

-Es un reto conmigo misma, pues es una idea que me planteé hace ya dos años y un día por otro... Estoy contenta con la acogida que está teniendo entre los zamoranos. Además, el próximo mes de noviembre tengo una muestra en Coruña, donde se verá más temas relacionados con Galicia.