Los veterinarios piden el control de la fauna salvaje para evitar la extensión de zoonosis (enfermedades animales que se transmiten al ser humano), algunas con gran impacto económico, como la peste porcina africana, que está ya en Europa y es necesario evitar que se introduzca de nuevo en España. Es uno de los mensajes lanzados ayer por los presidentes nacional y provincial del Colegio de Veterinarios, Luis Alberto Calvo y Victorio Lobo, durante los actos de la festividad de San Francisco de Asís, patrono del gremio.

Calvo indicó que hay preocupación por la extensión en España de zoonosis graves para los humanos, como la Enfermedad del Nilo y otras no tan graves en términos de salud, pero sí muy importantes desde el punto de vista económico como la peste porcina. Lobo constató el incremento de triquina entre los jabalíes.

Los veterinarios defendieron su papel profesional en el control alimentario, ya que "estamos vigilando todo el proceso, de la cuadra a la mesa". Calvo señaló que son las empresas "las responsables del producto que libran al mercado y su salubridad" y los veterinarios hacen el control de auditoría para certificar que se hacen las cosas bien. Un sistema que funciona, en España y en Zamora "porque si no existiera ese control, con la organización actual tendríamos tres crisis alimentarias a la semana". Dejando claro que "el riesgo cero no existe. En medicina y veterinaria, ni sí, ni no, ni siempre, ni nunca".

Sin embargo, el presidente nacional sí aprecia factores que llevaron a un brote tan grave como el de la listeria, que provocó la muerte de personas y abortos en gestantes. En primer lugar constata que los controles de la empresa detectaron listeria en los productos, pero la firma no los comunicó. Y a esto se unió un problema administrativo "que las empresas en Sevilla, como en algún ayuntamiento más, están a cargo de los veterinarios municipales, no de la comunidad autónoma y para los 700.000 habitantes de Sevilla solo hay siete veterinarios. Sólo en la zona occidental de la provincia hay más de 30 veterinarios autonómicos para llevar el control. Es decir, hay cierto desajuste organizativo".