El premio de investigación San Francisco de Asís que concede el Colegio de Veterinarios de Zamora ha recaído este año en el trabajo "Futuro de la alimentación animal: inclusión de insectos como alternativas proteicas en la producción de pollos ecológicos", rubricado por la joven moralina de 28 años Ainhoa Sarmiento García, junto a Carlos Palacios de Cerezo e Isabel Revilla, en una investigación realizada en el Instituto Alfonso IX.

-¿Por qué alimentar a los pollos con insectos?

-El problema que tiene la producción ecológica de pollos es que necesitan como alimento una fuente de proteínas de alto valor energético. En la producción convencional se utiliza la soja, producto genéticamente modificado que está prohibido en la alimentación ecológica. Los ganaderos se ven obligados a buscar alternativas a la soja, pero la soja ecológica es muy cara, y las legumbres, que serían otra alternativa, son difíciles de producir. Fuera de Europa se está recurriendo a los insectos, que es una fuente de proteínas sostenible. Lo que hacen es producir los insectos dentro de su propia granja y después los consumen, es como una economía circular.

-¿Como se crían los insectos?

-Usamos un tipo de cebo que no había sido probado antes con unos insectos que se llama mosca Calliphora, más conocida como la moscarda de la carne. Nosotros hemos utilizado esa pero en otros estudios se ha usado la mosca común, la harina lombriz amarilla o la mosca soldado, esas son las tres más empleadas.

-¿Cuál es el método de producción de este tipo de moscas para alimentación animal?

-Todavía no está autorizado y el estudio lo que pretende es argumentar ante la Administración la necesidad de aprobar esta fuente de proteínas. Nosotros lo que proponemos es producirla dentro de la propia explotación. A partir de los deshechos de los animales, las heces, poder producir las moscas, analizarlas e incorporarlas directamente como fuente de proteína. La ventaja es que es sostenible, porque no perjudica al medio ambiente como hace la soja, un producto importado de América que está desplazando gente de las tierras de cultivo.

-De qué forma se "sirve el menú" a los pollos?

-Nosotros lo que proponemos es hacer una especie de harina. Una vez tenemos las moscas, las trituramos, analizamos ese producto y se lo damos a los pollos como alimento una vez conocidas sus propiedades como fuente de proteínas, aminoácidos, grasa o fibra.

-Aparte de este premio han conseguido otro de la Academia de Veterinaria, con una investigación en un campo similar.

-Si. Estamos trabajando en la producción de pollos ecológicos y hemos ganado un premio por un trabajo sobre cómo afecta en su crianza la reducción de la densidad y la disminución de la temperatura durante la primera semana. La producción ecológica difiere bastante con la convencional.

-¿Cuales son las principales diferencias?

-En la producción ecológica hay menos pollitos por metro cuadrado, es decir, tienen más espacio para moverse y siempre están al aire libre, nunca enjaulados. Hasta el día 30 los tenemos en un recinto cerrado para que tengan calor y a partir del mes siempre van a salir al exterior. Si hace un frío extremo estos pollitos van a tardar mucho más en poner carne, se va a retrasar la producción y realmente hacer un pollo ecológico cuesta muchísimo más dinero que un pollo convencional. Pero el futuro es ecológico, producir sostenible.