El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Toro ha expresado su preocupación por los nuevos aranceles que pretende imponer Estados Unidos a las importaciones de varios productos, entre ellos el vino procedente de la Unión Europea, al ser el principal país donde exporta sus productos. El presidente del órgano, Felipe Nalda, ha declarado a Efe que el gigante americano es el principal nicho de mercado exterior, ya que a ese país se destinan entre el 15 y el 20% de las exportaciones que realizan las bodegas toresanas. Si se tiene en cuenta además que el 38% de las ventas de los vinos de Toro se destinan al mercado exterior, el volumen de ventas a Estados Unidos supone "muchísimo dinero", por lo que la tasa del 25% de aranceles que se pretende imponer representa una cantidad muy importante que "alguien tendrá que asumir".

Aun así, ha asegurado que por el momento la noticia del anuncio de esos aranceles tiene "poco recorrido" puesto que aún tienen que pronunciarse ministerios afectados como el de Agricultura o el de Asuntos Exteriores. Lo que sí es un hecho es que la política arancelaria del 25% sobre el vino que Donald Trump pretende imponer a partir del 18 de octubre supondría un "mordisco" al margen con el que trabajan los bodegueros zamoranos. Y es que, en la actualidad, los caldos españoles compiten con los franceses porque el precio es más barato, por lo que un arancel recortaría muchísimo el beneficio de los productores locales. Pese a ello, también es una realidad que Francia será, junto con España, Alemania y Reino Unido, uno de los países donde este gravamen tendrá un mayor impacto, según han informado desde el Gobierno estadounidense.