La custodia compartida gana terreno sobre la de uno de los progenitores tras un proceso de divorcio, según los datos de 2018 en la provincia de Zamora muy parecidos a los de un año antes, que acabaron con 246 rupturas matrimoniales, sólo siete de ellas separaciones.

Sigue siendo la madre la que en la mayoría de los casos se queda con la custodia (58 casos, frente a los 77 del año anterior), mientras que lo más raro es que sea el padre el que se quede con el cuidado de los hijos (solo siete casos frente a los tres de un año antes). Sin embargo la custodia compartida avanza, con 34 procesos frente a los 13 de un año antes. La pensión alimenticia, en los casos en que corresponde pagarla, suele recaer en el padre (93 casos frente a siete de la madre y 22 conjunta), lo mismo que la pensión compensatoria (33 casos el esposo, ninguno la esposa).

La ruptura matrimonial suele ser un proceso acordado en la mayoría de los casos, 163, frente a los 76 que se resolvieron por el contencioso. En 156 casos presentaron ambos la demanda de divorcio, frente a 22 supuestos en los que fue el hombre quien dio el paso y 61 en los que se decidió la esposa.

Y se llega a ella después de haber vivido muchos años de matrimonio común. De 239 divorcios, 158 fueron de parejas con más de diez años de convivencia, mientras que solo diez llevaban menos de dos años.

En la mayoría de las rupturas, 116 no hay hijos de por medio, aunque en 40 el matrimonio tenía un menor, en 22 un mayor de edad dependiente y en 61 casos dos o más hijos. La edad más frecuente en la que se llega a la ruptura es la que va de los 45 y 64 años. Es la que tenían 161 hombres y 140 mujeres cuando se divorciaron. No se separó en Zamora ningún joven de menos de 24 años, lo hicieron entre 25 y 44 años 60 varones y 89 mujeres y se divorciaron de mayores 17 hombres y tres mujeres.