El Tribunal Supremo ha zanjado de una vez por todas el conflicto que enfrenta al Ayuntamiento de Zamora con SemuraBus, empresa concesionaria del servicio de autobús urbano, desde hace más de cinco años. Se trata de un pleito en el que se discutía quién debía pagar los 73.000 euros que la antigua concesionaria, Aurza, adeudaba a sus 49 empleados por impagos entre los meses de abril de 2012 a marzo de 2013. Mientras que la empresa defendía que debía ser el Consistorio quien saldara las cuentas con los trabajadores por "falta de información" a la hora de hacerse cargo del servicio, desde la Casa de las Panaderas siempre se ha asegurado que se fue "totalmente transparente" en el procedimiento. Los tribunales han avalado ahora la tesis municipal y deberá ser la firma quien abone lo adeudado a los asalariados.

El conflicto nace en el año 2014, cuando los trabajadores de Aurza decidieron denunciar los impagos que se habían producido durante unos meses entre los años 2012 y 2013. El asunto fue puesto en manos de los tribunales, donde se puso de manifiesto que esta concesionaria arrastraba problemas económicos. Finalmente, tanto la sentencia del Contencioso Administrativo como la del Juzgado de lo Social consideraron en aquel entonces que, pese a que la deuda era de Aurza, correspondía a Semura Bus hacerse cargo de ella como responsable subsidiaria al heredar las deudas de personal de su antecesora. Igualmente, aquel documento ponía negro sobre blanco que el Ayuntamiento de Zamora no había incumplido sus obligaciones de información. SemuraBus, posteriormente, interpuso un recurso de apelación frente a la sentencia, aunque fue desestimado.

Fue entonces cuando la concesionaria presentó recurso de casación ante el Tribunal Supremo afirmando que, si Aurza arrastraba problemas importantes por deudas con la Seguridad Social y con sus trabajadores, en parte era culpa de la demora del Ayuntamiento de Zamora en el pago del canon concesional y en la ausencia de revisión del canon. Asimismo, aseguraba que el Consistorio no informó sobre las obligaciones para con la plantilla adscrita a Aurza.

Todas estas alegaciones han quedado desestimadas después de que el Tribunal Supremo haya dictado sentencia dando la razón a la administración. En el citado documento se indica, de hecho, que "no hay constancia de que el Ayuntamiento de Zamora conociera la existencia de las deudas que finalmente ha venido a abonar la empresa apelante, ni tampoco que omitiera algún dato que fuera relevante para la formulación de las ofertas". Por todo ello, el Supremo ha declarado la inadmisión del recurso presentado por SemuraBus y ha condenado en costas a la parte recurrente, con un límite de dos mil euros más IVA. De esta manera, el asunto queda zanjado después de más de cinco años en diferentes tribunales.