Las quejas de los hosteleros por la organización de bodas en la Fundación Rei Afonso Henriques han motivado la intervención de la patronal del sector, Azehos, que ha decido tomar cartas en el asunto y ha enviado comunicaciones a las principales instituciones implicadas, como Junta de Castilla y León y Ayuntamiento para interesarse sobre la existencia o no de licencia por parte de la entidad para el desarrollo de estas actividades de hostelería.

Tanto Azehos como la Fundación niegan que se trate de una denuncia como tal, pero sí de una petición de información a las autoridades, y de hecho la Junta de Castilla y León ya ha pedido explicaciones a la entidad del antiguo convento de San Francisco.

Las fuentes hosteleras consultadas por este diario admiten que la Fundación Rei Afonso Henriques es un espacio autorizado para la celebración de las ceremonias de las bodas civiles, como en su día se tramitó con otros lugares fuera de la Casa Consistorial, como La Alhóndiga y otras. Con lo que no están conformes los hosteleros es con el hecho de que también se celebre allí el banquete.

Y no por las empresas de catering que se encargan de servirlo, normalmente firmas zamoranas con todos los permisos en regla y una actuación legal, sino por la Fundación, que utiliza los espacios de un edificio público "que pagamos todos con nuestros impuestos para hacer la competencia a hoteles y establecimientos que estamos dados de alta y abonamos nuestros impuestos".

Los hosteleros entienden que la Fundación Rei Afonso Henriques "no puede funcionar como un salón para bodas, porque se trata de un edificio de uso público. Una cosa es que haga un catering como actividad complementaria de un congreso y otra que acoja un banquete de bodas. Es como si me dedico a dar banquetes en el Castillo".

Como otras entidades

El secretario de la Fundación Afonso Henriques, José Luis González Prada explica que la contestación dada a la Junta de Castilla y León es que "nosotros no hacemos bodas, simplemente alquilamos las instalaciones, de acuerdo a unas tarifas aprobadas por el Patronato, igual que lo hacen otras entidades, como Ifeza, y como se ha hecho siempre", tanto a instituciones públicas, privadas o particulares, "siempre que los fines sean legales. Nosotros tenemos habitaciones pero no nos dedicamos al alojamiento y tampoco a restauración, simplemente alquilamos los espacios".

Algo que, por otra parte, "se ha hecho siempre. Además siempre cobramos, no las dejamos gratis, estamos dados de alta en Hacienda y pagamos nuestros impuestos". Prada insiste en que "el régimen de alquiler está abierto a quien quiera usarlo", pero deja claro que "no organizamos bodas ni actividades hosteleras, sino que alquilamos un espacio para una actividad legal".