La moralina Estela López es la primera mujer que se pone al frente de las políticas de Juventud en Castilla y León y tiene ante sí un "apasionante reto", el poner su granito de arena para tratar de que los jóvenes de la comunidad se queden en su tierra.

-¿Cómo surge lo de asumir la Dirección General de Juventud?

-Fue una sorpresa. Además, soy consciente de que es un reto muy importante que asumo con ilusión y muchas ganas de trabajar por todos los jóvenes de Castilla y León. Es un gran compromiso y espero desempeñar el cargo lo mejor posible.

-Llega muy joven a una dirección general, cuando no es habitual que los jóvenes se impliquen en política.

-Quizá no, pero en mi caso estoy comprometida con unas ideas y dispuesta a dar un paso adelante para poder mejorar la calidad de vida de los jóvenes.

-¿Qué objetivos generales se ha marcado para su mandato?

-Uno de los principales es que los jóvenes tengan oportunidades y eso pasa porque logren encontrar un empleo de calidad, que les permita quedarse en Castilla y León si ese es su deseo. Ayudar a que los jóvenes puedan desarrollar su proyecto vital, es uno de los compromisos de esta legislatura como anunció la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades en su comparecencia en las Cortes.

-¿Y qué van a hacer para conseguirlo?

-Queremos fomentar las ayudas a empresas para que contraten a jóvenes menores de 30 años y a jornada completa, de forma indefinida y siempre y cuando se les ofrezca un salario digno, porque tener un salario digno es la única forma de que pueden independizarse y puedan desarrollar su proyecto de vida en nuestra comunidad.

-Uno de los serios problemas de Castilla y León es precisamente la fuga de jóvenes a otras comunidades.

-Queremos que los jóvenes se queden, y para eso, además de las ayudas a las empresas como he comentado anteriormente, queremos fomentar las ayudas al emprendimiento, y para ello, vamos a diseñar una serie de talleres de oficios en los pueblos. Se trata de que los jóvenes puedan aprender oficios que se están perdiendo como el de alfarero o el del tornero y, también de esta manera fomentar que los jóvenes se pueden quedar en nuestros pueblos. Por otra parte, se van a mantener y potenciar las ayudas del alquiler de vivienda para jóvenes. Queremos que se amplíe el número de beneficiarios, en definitiva que lleguen a más personas.

-¿Si encontraran aquí trabajo, cree que los jóvenes se quedarían en la región o seguirá habiendo fugas a las grandes ciudades?

-Lo que está claro es que si tienen oportunidades, muchos se quedarían. Por ello, nuestra obligación es facilitar esas oportunidades a los jóvenes y que luego sean ellos los que decidan. En mi caso y por lo que percibo en mi entorno, veo que queremos a nuestra tierra y allá donde vamos contamos los atractivos que tiene. Yo creo que las grandes ciudades como Madrid y Barcelona tal vez ofrezcan más oportunidades, pero es cierto que la calidad de vida que tenemos en Zamora o en Castilla y León no la puedes encontrar en otros lugares. Entre todos tenemos que fomentar una mentalidad más positiva y un cambio a la hora de vender lo nuestro, e intentar que los jóvenes se queden aquí.

-El sistema de Garantía Juvenil supuso una esperanza para mitigar la alarmante tasa de paro juvenil. ¿Cómo está funcionando?

-Nuestro objetivo es mejorarlo, porque es un programa de asesoramiento, que se lleva a cabo desde las Secciones de Juventud de cada provincia, donde un corresponsal juvenil les asesora. Ahora mismo tenemos cerca de 60.000 jóvenes inscritos en el Sistema de Garantía Juvenil en la Comunidad Autónoma, que es una cifra muy importante comparándola con las del resto del Estado. Está funcionando, pero queremos fomentar todavía más la búsqueda de empleo y lo hacemos en colaboración con la Consejería de Empleo, que es la que lidera estas competencias.

-¿Qué líneas se ha marcado en formación?

-Potenciarla es imprescindible. Siempre que un joven esté interesado en seguir formándose, el Instituto de la Juventud va a estar a su lado. Por ejemplo, disponemos de los títulos de monitor de ocio y tiempo libre y coordinador, que es una salida recurrente para jóvenes que estén estudiando y que durante el verano quieran trabajar. Además, es una forma de iniciarse en el mercado laboral, con su primer trabajo y su primer sueldo. En mi caso, soy monitora de tiempo libre y, la verdad, es que es una experiencia muy recomendable.

-Además para ir a trabajar a los campamentos hay que tener esta titulación.

-Exacto.

-¿Seguimos con la sempiterna carencia de conocimientos de idiomas?

-Puede ser por nuestra propia identidad española, pero yo creo que poniendo un poco de voluntad y esfuerzo y con los cursos que ofrecemos, especialmente para los jóvenes en verano, conseguiremos mejorar esta situación. Son cursos sin duda, muy solicitados.

-Llama la atención de la oferta de cursos, los de oratoria y "speak talent".

-Es otra de las asignaturas pendientes, que los jóvenes aprendan a hablar en público. Precisamente uno de ellos se llevó a cabo en Zamora. Yo recuerdo cuando estaba en el colegio o en el instituto que no nos enseñaban a hablar en público. Luego llegas a la universidad, debes hacer tu primera exposición oral y dices "madre mía... dónde me he metido". Otros países sí que nos sacan ventaja en ese sentido, porque controlan muy bien los idiomas o tienen pequeños seminarios o formaciones para hablar correctamente en público. Con estos cursos se trata de eso, de anticiparnos a cuestiones que a los jóvenes se les van a presentar en el futuro porque todos, antes o después, tenemos que hablar en público alguna vez.

-¿Qué política de tiempo libre va a seguir?

-La oferta de ocio y tiempo libre funciona bien y aquello que funciona bien hay que mantenerlo. Todo se puede mejorar, como es lógico, pero la verdad es que hemos tenido muchísimo éxito. Precisamente, en nuestros campamentos de este verano han participado más de 3.000 jóvenes. Las plazas de los campamentos de la Junta de Castilla y León se agotan muy rápido y nuestra política en este caso es seguir manteniéndolos, lo que no significa que no vayamos a introducir algunas novedades como son los módulos de la tercera edad, esta es una de las novedades de la nueva temporada. Consisten en que, durante una jornada, las personas de la tercera edad puedan estar acompañados por jóvenes, desarrollando las mismas actividades, y que se produzca un enriquecedor intercambio generacional.

-¿Y en relación a los campos de trabajo?

-Vamos a seguir fomentándolos y creyendo en ellos. Para mí ha sido un gran descubrimiento encontrar a jóvenes que acuden a estos campos a trabajar de forma altruista. Los participantes tienen la oportunidad de trabajar durante la mañana y después realizar actividades de ocio. Hay que reconocer a estos jóvenes que dan su tiempo sin pedir nada a cambio y que, por cierto, nos hacen ver otra imagen de la juventud diferente a la del joven que se pasa el día enganchado al móvil o está por la calle sin hacer nada. Hay jóvenes que quieren aprender y emplear su tiempo en otras cosas. Tuve la oportunidad de visitar un campo en torno a unos antiguos lavaderos en Villalón de Campos y me pareció una experiencia muy enriquecedora. Se llevan a cabo siempre en algún pueblo de Castilla y León y los jóvenes dan mucha vida a estas localidades.

-¿Van a recuperar la oferta de los campamentos infantiles que hubo en su día?

-El Instituto de la Juventud se centra en jóvenes con edades comprendidas entre los 14 y los 30 años, que son los beneficiarios del famoso carné joven europeo, y esos campamentos infantiles van dirigidos sobre todo a edades más tempranas.

-¿Es el carnet joven un documento conocido y utilizado en la comunidad?

-Útil es y lo puedo decir por experiencia propia, ya que lo solicité cuando cumplí 14 años y me he podido beneficiar de las múltiples ventajas que ofrece. A día de hoy, hay más de 60.000 usuarios de carné joven en toda Castilla y León y es difícil pensar que hubiera tantos jóvenes equivocados si no sirviera para nada. Contamos con dos modalidades diferentes de carné joven: el clásico y el denominado financiero, que puedes utilizar a modo de tarjeta de crédito.

-¿Cuáles son las ventajas?

-Tiene muchas ventajas y la gente lo conoce. A los pocos días de mi nombramiento como directora se celebró el Día Internacional de la Juventud y se me ocurrió diseñar una campaña bastante inmediata en la que regalábamos el Carné Joven a todos los interesados que acudiesen a las secciones de Juventud de todas y cada una de las provincias para darles visibilidad.

-¿Cómo resultó la iniciativa?

-La verdad es que tuvo mucho impacto mediático y también muchísimos jóvenes fueron a recoger el carné joven. Fue un éxito total de afluencia de público. El carnet joven te abre las puertas a infinidad de ventajas en Castilla y León y también en todas las provincias de España, ya que incluye descuentos en medios de transporte, en formación -que es muy importante-, en restaurantes, en tiendas y en el comercio local especialmente. Es una forma de aportar nuestro granito de arena para que las pequeñas tiendas del comercio local puedan seguir subsistiendo.

-¿La participación juvenil, que tal funciona? incluido el Consejo de la Juventud, que no sé si tiene interferencias políticas por las entidades vinculadas a los partidos que forman parte de este órgano de manera muy activa.

-Los jóvenes a día de hoy tenemos infinidad de información para valorar qué camino queremos tomar,y por múltiples vías, aunque utilizamos, sobre todo las redes sociales o los medios digitales como fuente de información. Los jóvenes tienen cada vez más opciones para informarse y quieren acercarse a la vida política, saber lo que ocurre en su provincia, en su comunidad...El Consejo de la Juventud está formado por diferentes asociaciones, algunas políticas y otras que no lo son y lo bonito de esto es que cada uno aporta su punto de vista desde el respeto. Cada uno aporta su visión y entre todos queremos que los jóvenes tengan diferentes opciones. Por ejemplo, en las fiestas de Valladolid han hecho campañas de prevención del maltrato a la mujer, para evitar el consumo excesivo de alcohol o para fomentar la cultura del ocio saludable.

-¿La residencia Doña Urraca tiene demanda suficiente o está infrautilizada como apuntan algunas fuentes?

-Disponemos de ocho residencias y trece albergues en toda Castilla y León. En el caso de la residencia de Zamora, Doña Urraca, está en una ciudad que no es universitaria, como puede ser Salamanca y Valladolid, que disponen de muchas más titulaciones y demanda de estudiantes. Pero teniendo en cuenta a los estudiantes que vienen a Zamora, sí podemos considerar que existe una ocupación bastante notable. Además, tenemos también plazas destinadas a grupos que con mucha frecuencia acuden a la residencia para realizar actividades de jueves a domingo. La Residencia realiza por lo tanto, una doble función: de residencia y de albergue. Uno de los objetivos en los que trabaja la consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, es potenciar el mantenimiento continuo de las residencias, porque por el uso que se les da sufren un lógico deterioro.

-¿Seguirá apoyando el arte joven con iniciativas como los certámenes que tratan de dar oportunidad al talento creativo en la comunidad?

-No tenga duda. Implantaremos cursos encaminados al mundo del cine o de las artes y también potenciaremos el certamen de Arte Joven. En Castilla y León cada vez los jóvenes tienen mayor iniciativa, ganas de hacer cosas nuevas y debemos darles mayor visibilidad. También abrirles el camino y como ejemplo, este concurso que incluye pintura, escultura, fotografía e incluso cocina.

-La incorporación de la gastronomía sí resulta novedosa. ¿A qué se debe?

-A esta última disciplina, la de cocina, queremos dotarle de un mayor protagonismo. La realidad es que está de moda y cada vez son más las escuelas de hostelería a las que acuden los jóvenes, que buscan ahí un nicho de empleo.