La última repetición electoral fue muy beneficiosa para la derecha, entendido por tal la suma de los votos obtenidos por el Partido Popular y por Ciudadanos. Por contra, las formaciones de izquierda se vieron muy perjudicadas, principalmente por el descalabro de Podemos, cuya unión con Izquierda Unida debutó en los comicios de junio de hace tres años. Son datos históricos, pero de obligada consulta ante el panorama al que se enfrenta, de nuevo, el país. Los españoles serán llamados el 10 de noviembre a las urnas por cuarta vez en cuatro años, algo nunca visto.

Por partes, y teniendo en cuenta todos los condicionantes de hace cuatro años y los existentes ahora -entonces gobernaba el PP, con Mariano Rajoy al frente, y nadie se atrevía a decir cuándo perderían los populares su hegemonía en Zamora- puede decirse que el partido más beneficiado fue precisamente el Partido Popular. En pocos meses los de Génova pasaron de quedarse por debajo de los 49.000 votos a superar holgadamente los 52.000, un incremento de más del seis por ciento. También subió el PSOE, pero menos. Lo hizo en unos doscientos votos. De nuevo hay que subrayar que la situación es distinta. Habrá que ver si el PSOE es capaz de mejorar los históricos resultados del pasado mes de abril, cuando ganó las elecciones en Zamora con más de 34.000 votos, o si por el contrario los socialistas tocaron techo en primavera.

Así las cosas, queda claro que en la última repetición electoral los votantes se refugiaron en los dos grandes partidos ante la incertidumbre provocada por una nueva llamada a las urnas. No en vano, PP y PSOE fueron las dos únicas formaciones en ganar votos cuando los zamoranos, y todos los españoles, fueron llamados a una "segunda vuelta" en 2016.

Los grandes perjudicados de hace tres años fueron Ciudadanos y Podemos. La diferencia con la situación actual es que entonces ninguno defendía diputado mientras que ahora el partido naranja, que obtuvo escaño para José Antonio Bartolomé Cachón, ve como su logro se tambalea si, como indican los datos de hace tres años, el bipartidismo coge fuerza. El de Ciudadanos, cabe recordar, fue el último diputado electo de los tres que escogen los zamoranos. Habría que preguntarse también si Podemos, en caída libre en Zamora desde 2015, es capaz de soportar un varapalo como el que se llevó hace tres años.

Por último, cabe destacar que la abstención aumentó de una forma muy considerable en la última repetición electoral. Se quedaron en casa en 2016 unas 63.000 personas, el 36% del censo, veinte mil más que unos meses antes, cuando fueron uno