La posibilidad de unas nuevas Elecciones Generales sigue cogiendo fuerza ante la constante falta de entendimiento entre los dos principales actores de la izquierda española, el PSOE y Unidas Podemos. Este martes, el partido de Pedro Sánchez y la coalición liderada por Pablo Iglesias volvieron a exhibir públicamente sus diferencias, mientras el reloj sigue corriendo hacia la fecha límite para la investidura, el 23 de septiembre. Mientras, la derecha trata de rearmarse para aprovechar el posible paso por las urnas y rentabilizar el desacuerdo presente al otro lado del arco ideológico.

En ese sentido, la propuesta del líder del PP, Pablo Casado, pasa por una coalición electoral con Ciudadanos y Vox para rentabilizar cada voto desde el centro hasta la ultraderecha, y obtener un mayor número de escaños que el que alcanzarían entre los tres partidos de forma individual. En el caso de Zamora, esta unión, España Suma, habría desembocado en un aplastante triunfo electoral de la derecha el pasado 28 de abril.

Esto habría ocurrido si se da por bueno que todas las personas que votaron a PP, Ciudadanos o Vox habrían apostado por España Suma, una variable que habría que comprobar sobre el nuevo escenario electoral. Lo que está claro es que, entre las tres formaciones, lograron un 58,22% de los votos en la provincia. La división dejó a los populares como fuerza mayoritaria de la derecha en la circunscripción (29,6%), por delante de Ciudadanos (16,96%) y Vox (11,66%), pero al PSOE (31,28%) como vencedor de los comicios por primera vez en 35 años.

Si se aplica la regla electoral sobre los resultados del 28 de abril incluyendo a España Suma, la coalición de derechas que plantea el PP habría logrado dos escaños, y el PSOE, con poco más de la mitad de los sufragios, el otro en juego por la circunscripción. Así, el reparto de asientos por bloque no cambiaría, pues del 1-1-1 de socialistas, populares y Ciudadanos se pasaría al 2-1 a favor de la coalición. Ahora bien, sí se minimizaría considerablemente la posibilidad de que los socialistas lograran dos plazas en el Congreso, algo que estuvo cerca de suceder en los pasados comicios. Eduardo Folgado se quedó a 1.500 votos de ser parlamentario nacional.

Más allá de los efectos de esta unión que plantea Casado, los análisis previos a una posible repetición electoral remiten al precedente de junio del 2016. En aquellos comicios, que se celebraron tan solo seis meses después de los anteriores, la participación en Zamora bajo tres puntos y los votantes apostaron por las opciones mayoritarias de cada bloque. Es decir, por reforzar al PP y al PSOE, que volvieron a repartirse los escaños con el 2-1 para los populares que imperó hasta el 28 de abril.

El PP logró entonces una subida del 42,58 al 48,3% de los votos, mientras que el PSOE obtuvo un éxito más modesto, del 22,98 al 23,93%. Por su parte, Ciudadanos bajó del 12,92 al 11,43% y Unidas Podemos cosechó un resultado similar al que tuvo la formación morada en solitario seis meses antes, pero esta vez en coalición con IU, por lo que el bagaje fue pobre teniendo en cuenta las expectativas.