"Tengo claro que los problemas y necesidades que reclaman los zamoranos no deben tener colores políticos. El gravísimo problema de la despoblación, la prestación de un servicio sanitario que satisfaga a todos, la mejora de las infraestructuras, la protección de nuestros montes y en general, las oportunidades de futuro y sus retos no entienden de partidismos ni sectarismos. Y, por eso, tenemos que ser capaces de apartar las diferencias ideológicas para ofrecer las mejores soluciones entre todos: Esa es la forma en la que creo que podemos ganarnos cada día el honor de representar a los zamoranos". Es una de las frases que Clara San Damián Hernández pronunció en su discurso de toma de posesión como delegada territorial de la Junta en Zamora, a primera hora de la tarde ayer, en una sala de juntas abarrotada de invitados, entre los que destacaban tres consejeros, el de Presidencia, Ángel Ibáñez, de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones y la zamorana de Familia, Isabel Blanco, las directoras generales Estrella Torrecilla (Turismo) y Estela López (Juventud), los jefes de servicio de la Junta en Zamora, altos cargos institucionales y una amplia representación de colectivos e instituciones, agentes económicos y sociales y la sociedad civil.

Tras los agradecimientos de rigor San Damián dedicó la primera parte del discurso al papel de las instituciones y los funcionarios públicos a su servicio: "Una sociedad moderna y avanzada como la nuestra necesita cada día mejores servicios públicos que lleguen a todos los ciudadanos y a todas las partes del territorio". Y se comprometió a defender los intereses de Zamora en Valladolid: "Asumo esta responsabilidad (...) para ayudar a los zamoranos, escuchar sus inquietudes y trasladarlas a Valladolid. Defenderé con aplomo los intereses de esta provincia consciente de que tengo que ser su voz. Pero también trabajaré con absoluta lealtad y compromiso para hacer realidad en Zamora las decisiones que se toman en Valladolid, defendiendo con absoluta convicción el proyecto político de Alfonso Fernández Mañueco para esta comunidad y para esta provincia".

La palabra diálogo fue una de las más repetidas en el discurso de la nueva responsable autonómica en Zamora. "Creo en la política del diálogo. Del acuerdo y del diálogo cuando éste responde al interés general de los personas (...) Me comprometo a mantener una comunicación permanente con las diferentes entidades de carácter empresarial, económico, social y cultural. Esta casa siempre estará abierta a cualquier persona, a todas esas entidades y por supuesto, a los alcaldes que los representáis".

Y expresó el alto sus deseos para la provincia: más y mejor empleo sobre todo entre los jóvenes, aumentar la actividad económica, dar espacio a los emprendedores, sean empresas o autónomos, a los agricultutores, "oportunidades para las familias zamoranas, para que les sea más fácil tomar la decisión de ser padres" y (...) en definitiva, para hacer la vida más fácil a la gente y para que cada vez más ciudadanos dejen de ver en la política y en los políticos un problema y nos vean un poco más como una solución. Así, generando oportunidades nos podremos ganar cada día el honor de representar a los zamoranos".

Tras hacer gala de su buen conocimiento de la provincia, tanto por su actividad política como por el hecho de que la he recorrido el bicicleta (...) con dorsal y sin él", se mostró "consciente de que "debemos superar ese cierto pesimismo que muchas veces nos frena y nunca nos ayuda". San Damián explicó que "hacemos muchas cosas y las hacemos muy bien" y citó vinos, quesos, restaurantes, garbanzo, ternera o aceite "y tantas y tantas otras cosas de las que tenemos que sentimos orgullosos". "Por supuesto que tenemos que querer más, pero, por favor, no nos hagamos de menos". Estoy convencida de que este es el momento de Zamora y los zamoranos. Y me gustaría, humildemente, poder ayudar para hacerlo posible desde esta nueva responsabilidad y desde esta institución que con tanto orgullo voy a representar.

Termino, queridos Consejeros, señoras y señores,

Sé que muchos de Uds pensarán que este es un discurso más, con frases hechas y cargadas de buenas intenciones pero que con buenas palabras y buena intención ya no nos ganamos la confianza de los ciudadanos. Ahora exigen hechos. Ahora los ciudadanos solo creen en los políticos si detrás de sus palabras hay hechos. Por eso mi objetivo será trabajar y esforzarme todo lo que sea necesario para que cuando cumpla mi tiempo aquí, tenga la certeza de haber sido útil. Solo así me sentiré satisfecha.

Les pido a todos ustedes su confianza y colaboración. Yo ofrezco mi esfuerzo para trabajar como me enseñaron mis padres, con humildad pero con la ambición de hacerlo cada día mejor y ganarme así cada minuto que pase en esta casa el honor de representar a los zamoranos en Valladolid y a la Junta de Castilla y León y a su Presidente en esta provincia.

Muchísimas gracias a todos.