El exjefe de la banda terrorista ETA, Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, Ata, reconoció este lunes, en el comienzo del juicio en la Audiencia Nacional, que coordinó el traslado de armas y explosivos desde Francia hasta la base de la organización en Óvidos (Portugal), en una furgoneta que fue interceptada el 9 de enero del año 2010 en un control rutinario de la Guardia Civil en Bermillo de Sayago.

En la vista que comenzó este lunes en la Audiencia Nacional, Ata se limitó a confesar su participación en los hechos y a exculpar de los mismos al otro acusado, Jon Etxeberría Oiarbide, que negó que cargara en la furgoneta las armas y los artefactos para la fabricación de aparatos explosivos que ETA iba a depositar en su base logística.

Ata fue detenido pocos meses después de estos hechos, en mayo de 2010, en un piso de Bayona (Francia), donde se encontraba huido desde 2003, y fue condenado a dos cadenas perpetuas en el país galo, la última por la muerte el 16 de marzo de 2010 del policía francés Jean-Serge Nérin, considerada la última víctima mortal de ETA. Las autoridades francesas acordaron su entrega temporal a España para que comparezca en el juicio en el que el fiscal pide en sus conclusiones provisionales que sea condenado a trece años de prisión por un delito de depósito y transporte de armas, municiones y sustancias explosivas e inflamables y otro de falsificación de documentos oficiales con fines terroristas.

Por su parte Jon Etxeberría Oiarbide se enfrenta a una petición provisional de la Fiscalía de nueve años de prisión por el depósito y el transporte de armas, municiones y explosivos.

En la sesión de este lunes declaró uno de los dos guardias civiles que interceptaron la furgoneta a su paso por Bermillo de Sayago pasadas las nueve de la noche del 9 de enero de 2010. El agente relató que sospecharon de la furgoneta, que llevaba matrículas francesas, por lo que procedieron a inspeccionar su interior.

El miembro de la Benemérita añadió que, en ese momento, el conductor de la furgoneta, el etarra Garikoitz García Arrieta -condenado a 37 años de cárcel por estos hechos-, empujó a su compañero de patrulla, que se golpeó con un objeto, encerró a ambos dentro de la misma y se fugó con el vehículo a Portugal, donde fue detenido sobre las diez y media de la noche. El testigo ha recordado que pasó por el lugar tres veces un Opel Astra también con matrículas francesas cuya conductora se quedaba mirando la actuación policial, por lo que comunicaron los datos de este nuevo vehículo sospechoso a su central.

Según el fiscal se trataba del coche lanzadera de la furgoneta que conducía Iratxe Yáñez Ortiz, que igualmente fue detenida en Portugal esa misma noche y que ya fue condenada a veintidós años de prisión.