Casi una década después de los hechos, la Audiencia Nacional juzga a partir de hoy al exjefe de ETA Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, conocido por el sobrenombre de Ata, el responsable de coordinar, en enero de 2010, el traslado de una furgoneta de explosivos desde Francia hasta la localidad portuguesa de Óbidos. El vehículo fue interceptado durante un control rutinario por una pareja de agentes de la Guardia Civil en la localidad zamorana de Bermillo de Sayago.

El conductor de la furgoneta, el etarra Garikoitz García Arrieta, fue condenado en su día a 37 años de cárcel por esta acción, tras ser detenido en Portugal después de huir en un vehículo de la Benemérita que previamente había robado. En el mismo juicio, la Audiencia Nacional también sentenció a 22 años de cárcel a Iratxe Yáñez Ortiz, que conducía un coche "lanzadera" en la citada operación de transporte.

En la furgoneta interceptada se hallaron armas, explosivos y documentos falsos que los etarras iban a llevar a una base que pretendían implantar en Óbidos, en la zona centro-occidental de Portugal. La intención de la banda terrorista era preparar desde allí los atentados que después pretendía ejecutar en territorio español.

Ata aún tiene que cumplir condena en Francia, por lo que el país galo ha acordado su entrega temporal a España para que sea juzgado por estos hechos, por los que se enfrenta a una petición fiscal de 13 años de cárcel, acusado de dos delitos de depósito de explosivos y falsificación de documentos.

Según fuentes fiscales citadas por la agencia Efe, Carrera Sarobe será juzgado por estos hechos junto con otro etarra, Jon Etxebarria Oiarbide, que cumplió su pena en Francia y fue reclamado por la Audiencia Nacional para este juicio, tras lo que las autoridades galas lo trasladaron a España e ingresó en prisión en espera de su celebración. Oiarbide se enfrenta a una petición fiscal de 9 años de cárcel por un delito de depósito de armas y explosivos. También está acusado, pero no se sentará todavía en el banquillo, Iñaki Reta de Frutos, detenido en 2015 en Francia y que será entregado por este país más adelante para ser juzgado. Se enfrenta a 18 años por integración en ETA y depósito de explosivos y armas.

Según relata el fiscal, entre lo encontrado en la furgoneta había una caja con la etiqueta "Elektro materiala" donde se guardaban todos los componentes eléctricos para fabricar bombas, recubierta de cinta adhesiva de embalar de color marrón. En dicha cinta se hallaron siete huellas dactilares que se corresponden a los dedos índice izquierdo y derecho de Etxeberria Oiarbide y tres huellas de los dedos índice derecho e izquierdo de Reta de Frutos, que eran en aquel entonces "miembros liberados" de ETA.