El consumo de electricidad en el sector industrial y servicios en la provincia de Zamora retrocedió un 0,8% durante el año pasado hasta registrarse una demanda de 445.085 megavatios hora, según datos del Ente Regional de la Energía. Este indicador habla a las claras de la actividad económica en la provincia de Zamora, que no acaba de repuntar -al contrario de lo que ocurre en el conjunto de Castilla y León, donde el consumo eléctrico aumentó un ocho por ciento el año pasado-. Una mayor demanda de electricidad suele estar aparejada a un incremento de la producción, relación que también se produce, como en el caso de Zamora, al contrario.

A nivel regional la demanda de electricidad registró subidas y se elevó hasta los 9,4 millones de megavatios hora frente a los 9,2 del ejercicio anterior. A nivel nacional la demanda eléctrica bajó, algo preocupante principalmente en lo relativo a la industria del automóvil, ya que tiene un peso importante en la comunidad.

La subida del consumo de la electricidad en el uso industrial y servicios en la comunidad coincide además con el esfuerzo de las empresas por una gestión eficiente de la energía, que se ha convertido en los últimos años en una de sus principales estrategias medioambientales. Todas las provincias experimentaron subidas en la demanda de energía a lo largo de 2018, salvo los casos de las industrias, comercios y establecimientos de hostelería de Ávila, donde cayó un 2,3% (hasta los 390.200 megavatios), seguida de Valladolid y Zamora, con un 0,8 por ciento en cada caso (hasta los 2 millones y 445.085, respectivamente).

El peso industrial de las provincias de Valladolid y Burgos tiene su incidencia en el consumo total del sector en la comunidad. No en vano, ambos territorios suman el 43,6% de la demanda eléctrica de las fábricas y los servicios. En cuanto al consumo por usos, los clientes del sector industrial y servicios acaparan el 75,1% del total de la demanda de electricidad de la región frente a menos del 25% de los particulares.

La demanda de electricidad se sitúa ya en niveles bastante superiores a los registrados antes de la crisis económica. En lo peor de la recesión, en el año 2013, se registraron importantes descensos en el consumo eléctrico en Castilla y León, lo que evidenciaba una caída de la actividad.

La memoria del EREN también recoge el importante consumo de gas natural en la comunidad, con un incremento total del 9,2% a lo largo de 2018, en contraposición del descenso experimentado en España, donde la demanda de esta energía bajó un 0,2 por ciento. Salamanca despuntó con una subida del 37,1%, seguida muy de lejos del doce por ciento de Ávila y del 11,9 por ciento de Burgos. Otros territorios como Valladolid (6,3 por ciento), Segovia (6,1 por ciento) y León (4,3 por ciento) registraron subidas más moderadas. Cerraron la lista Soria (3,7 por ciento de aumento) y Palencia (3,3 por ciento). La única bajada en cuanto al consumo de gas natural tuvo lugar en Zamora, con un 11,7% menos. La bajada es, además, bastante acusada.