Hasta el mismo día del inicio del curso se pone como plazo la Dirección Provincial de Educación para conseguir el mínimo de tres alumnos que necesitan las escuelas de Villalba de la Lampreana y El Maderal con el objetivo de que no tengan que cerrar sus puertas definitivamente. Así lo expresó el director provincial de Educación, Fernando Prada, para justificar las palabras de la consejera del área, Rocío Lucas, quien en el acto de presentación del curso 2019-2020 en Valladolid esta semana aseguró que en Castilla y León este año no se iba a cerrar ningún centro por falta de alumnos, alabando además la decisión de muchas familias de escolarizar a sus hijos en los pequeños pueblos para que se mantenga así el ratio mínimo de tres alumnos, indispensable para que se puedan impartir clases en cualquier escuela de la región.

"Cuando tengamos los datos en la mano se podrá decidir, sabemos que es complicado, pero todavía hay posibilidades para conseguir esos tres niños", señaló Prada.

Una visión menos halagüeña tienen los padres que hasta el curso pasado llevaban a sus hijos a las escuelas de Villalba de la Lampreana -perteneciente al CRA de Villarrín de Campos- y de El Maderal -dependiente del CRA Guareña-, pues, en ambos casos, las familias aseguran que ya han tenido que matricular a sus pequeños en otras escuelas cercanas.

En el caso de Villalba, una madre explicó que, aunque el pasado curso el centro funcionó con tres alumnos, de cara a este mes de septiembre, una vez que se descartó que fuera a unirse un cuarto compañero, las familias tuvieron que matricular a sus hijos en el aula de Villarrín. "Nos gustaría seguir en Villalba, pero con resignación nos hemos ido a Villarrín, porque nos aseguraron que el centro no continuaría abierto. Ahora el anuncio de la Junta nos había dado esperanzas, pero hemos visto cómo en estos días los profesores han ido sacando material de la escuela antes de cerrarla", explica.

Algo similar ha ocurrido en El Maderal, donde el pasado curso acudían a clase cuatro alumnos. En este caso concreto, según fuentes cercanas al periódico, a finales de mayo dos familias habían mostrado su decisión de irse del centro, por lo que, con tan solo dos alumnos, el cierre sería un hecho consumado.