El coordinador de las cuevas prehistóricas de Altamira, Daniel Garrido, ha sido el encargado de dar el pistoletazo de salida a las primeras jornadas de Prehistoria de Zamora. Y lo ha hecho con una conferencia, que bajo el título "Arte rupestre paleolítico. Origen de un pensamiento" ha repasado algunas de las teorías que se barajan sobre el nacimiento de las pinturas que nuestros antepasados realizaron hace unos 65.000 años.

Se trata de representaciones que reflejan, ha dicho Daniel Garrido, "el primer pensamiento abstracto", un conocimiento que nuestros antepasados querían transmitir tanto a las personas coetáneas como a las futuras generaciones. Un origen que nace de la necesidad de "transferir el conocimiento de una generación a otra, al igual que hacemos nosotros al escribir un libro". Garrido ha repasado también, ante el público que se acercó hasta el palacio de la Alhóndiga, donde se va a desarrollar este ciclo de conferencias durante el mes de septiembre, los diferentes métodos que se han usado a lo largo de la historia para datar el arte prehistórico, hasta llegar al que se emplea actualmente, el uranio-torio, que ha dado como resultado una fecha: 65.000 años, la edad de las pinturas plasmadas en las cuevas por los hombres neandertales.

Actualmente "hablamos de la capacidad simbólica del hombre de neandertal a través de los datos que han ido aportado los distintos yacimientos arqueológicos. Gracias a ellos podremos saber quiénes eran, cómo eran físicamente, pero también conocer su capacidad para representar signos en las paredes, para colorearse el cuerpo, decorarse con plumas, cuidar a sus enfermos o enterrar a sus difuntos".

Estas pinturas, ha explicado Garrido, se pueden considerar además el origen de un lenguaje, pero no un lenguaje fonético como el que se emplea cuando escribe, sino de uno que se expresaría a través de ideas y de símbolos, una de las primeras formas de comunicación no oral. Sin embargo, ha reconocido Garrido, aún queda mucho por descubrir ya que las primeras excavaciones se realizaron hace tan solo 150 años, una época en la que primeros arqueólogos no sabían siquiera lo que estaban excavando ya que desconocían que hacía miles de años había habido poblaciones de cazadores-recolectores prehistóricos viviendo en Europa. Unos descubrimientos que chocaron, y mucho, con el pensamiento académico de la época y que supusieron toda una revolución científica.