La sombra de una posible repetición electoral planea sobre los partidos en este comienzo del curso político. Si antes del 23 de septiembre no se cierra un acuerdo que muchos ven cada vez más improbable, la convocatoria de los comicios será automática y los ciudadanos tendrán que acudir a las urnas para unas generales por cuarta vez en menos de cuatro años. El día fijado, en principio, sería el 10 de noviembre.

Con esta realidad de fondo, Podemos Zamora está a la espera de ver cómo se resuelven los acontecimientos, aunque fuentes del partido ya dejan claro que una de las premisas sería mantener las listas si finalmente hay repetición electoral. Es decir, que Alejandro Rodríguez y Luis Ramos volverían a ser, salvo sorpresa inesperada, los aspirantes principales al Congreso y al Senado respectivamente por Unidas Podemos.

Por el momento, esto es lo único que tienen claro desde Podemos, cuyos responsables también son conscientes de que, en Zamora, no habría coalición en la práctica. Izquierda Unida volvería a renunciar a participar de forma activa en una candidatura conjunta que los dirigentes de la organización comandada por Miguel Ángel Viñas siempre han rechazado de pleno.

Con este punto de partida, desde Podemos Zamora aseguran que los "activos" del partido "todavía no están en modo campaña" y que no se han recibido indicaciones desde una dirección nacional que, en principio, está centrada en lograr un acuerdo "in extremis" con el PSOE para evitar que los españoles vuelvan a las urnas y para afianzar el poder de la izquierda en las instituciones principales del país.

A pesar de ello, la opción de tener que ponerse en marcha de nuevo tiene alerta a Podemos Zamora, que sigue comandada por Fernando Martos y que cuenta con el hándicap evidente de no haber obtenido ningún representante en el último ciclo electoral. La formación morada carece de concejales en la provincia, no obtuvo diputados nacionales ni senadores, y perdió la plaza en las Cortes que ocupó María José Rodríguez Tobal durante la legislatura anterior.

Esta realidad sitúa a Podemos en un impás a nivel interno que debería resolverse con la próxima convocatoria de un proceso orgánico que está pendiente también de la convocatoria electoral y que podría verse aplazado por un nuevo paso por las urnas que tiene en vilo a numerosos sectores y colectivos del país, y también de la provincia de Zamora.