Se llama "DANA", depresión aislada a niveles altos, y fue el fenómeno atmosférico responsable de los episodios de inundaciones vividos durante los últimos días en numerosos puntos del país. Pasó también por Zamora, aunque con efectos mucho más limitados, según el balance realizado ayer por la Agencia Estatal de Meteorología de Castilla y León. Unos efectos que se circuscribieron a la llegada de lluvias, que fueron más abundantes cuanto más al sur de la provincia, y en muchos casos en forma de tormenta, como atestigua la gran cantidad de descargas eléctricas que se contabilizaron en suelo provincial.

Y es que fueron nada menos que 453 los rayos que cayeron sobre la provincia de Zamora en apenas dos días. Y fue de las provincias con más suerte, ya que sólo cayeron menos rayos en Valladolid. En Salamanca hubo 2.256 descargas eléctricas y en Ávila fueron 2.088.

Pero lo más destacado del episodio fueron las lluvias, que dejaron cantidades poco relevantes en la provincia, aunque en un año tan seco, siempre es bienvenida algo de agua. En la capital se registraron 7 litros, mientras que en zonas de Aliste y sobre todo el sur provincial se midieron cantidades mayores, de entre 13 y 20 litros por metro cuadrado. Muy lejos dee los 35,8 litros de Segovia que marcaron el record absoluto de lluvia en una jornada de agosto.

Para lo que resta de mes la Agencia Estatal de Meteorología prevé un tiempo veraniego acorde con la época que estamos. Así, parece que el sol predomina durante el resto de la semana, aunque el viernes podrían caer algunas precipitaciones, y las temperaturas se moverán ligeramente por encima de lo que es habitual en este final de agosto, ya que las máximas se situarán por encima de los 30 grados.

En concreto, en la capital se esperan para estos próximos días temperaturas que se mueven entre los 16 a 17 grados de mínima por 33 a 34 grados de máxima, al menos hasta el sábado, cuando se producirá un descenso térmico del entorno de los cinco grados. Los cielos permanecerán despejados o poco cubiertos, con muy escasa probabilidad de lluvia.