Un pequeño equipaje, pero cientos de experiencias guardadas en él. El maletín del acuarelista siempre viaja con su dueño y así lo entienden los miembros de la agrupación Acuaduna, que han elegido Zamora para su encuentro anual. Llegan desde Cataluña, Aragón, Andalucía, País Vasco y Castilla y León, recibidos por Mercedes Ballesteros, la zamorana socia del grupo encargada de hacer de anfitriona. Con la acuarela como protagonista principal, tienen un completo programa que les hará recorrer puntos de la provincia como Toro, Puebla de Sanabria o las Lagunas de Villafáfila.

"Los acuarelistas somos un grupo muy sociable y nos gusta la convivencia, aprovechando esta afición para disfrutar de unas estupendas veladas", asegura Ballesteros, quien recuerda la frase de que "hay que trabajar la acuarela tan rápido como lento se aprende" para destacar el encanto de la espontaneidad de esta técnica. "Aquí la emoción es inmediata, se plasma en el cuadro", afirma.

Marimar González y Gloria Cortina, ambas del País Vasco, fueron las impulsoras de esta agrupación, que ya tiene más de una década de recorrido. Ninguna de ellas se ha querido perder esta cita zamorana. "Yo ya conocía la ciudad, con sus edificios modernistas y sus fabulosas fachadas, además de las aceñas junto al río", enumera Gloria, para quien la acuarela "es un medio con el que, con poco, se puede salir a cualquier lado y se puede compartir".

Defiende así la principal característica de los acuarelistas: estar en la calle. "Nos gusta pintar al aire libre, compartir lo que estás haciendo y hablar con la gente que se acerca". Otra particularidad que le encanta es que la rapidez de elaboración. "Así puedes analizar los resultados en seguida y ver lo que has hecho y lo que te sugiere", explica. Una manera de ver la evolución de cada uno a lo largo del tiempo.

La estancia de ayer en la capital sirvió para descubrir varios rincones del casco antiguo. Marimar González se decantó por un lateral de la Catedral, con la Puerta del Obispo al fondo. "Tiene buena profundidad, está en una zona monumental y con una perspectiva interesante", defendió. A todo ello, también había que añadir que podía estar pintado bajo una agradable sombra. Sin miedo a representar la piedra, la pintora asegura que es un material que le da "mucho juego, sobre todo en el hecho de poder jugar con sus diferentes tonos". Encantada con Zamora, subraya que está muy bien cuidada y limpia. "Además, tiene muchos monumentos, que es algo que se está perdiendo en otros sitios. Creo que es la gran desconocida", considera.

Uno de los lugares más solicitados para plasmarlos en sus cuadros fue la zona alrededor del Troncoso, incluso por Mercedes Ballesteros. "Me gusta mucho esta zona, sobre todo por la atmósfera que tiene y por sus colores", explica.

Detrás de ella estaba Regina Gómez, procedente de Córdoba, quien le gusta, aparte de observar el lugar que va a pintar, hacerle una fotografía previa. "Primero hago el dibujo, que creo que es importante, porque es el que va a soportar el color que le des. También hay que observar el encuadre y las luces y la foto me ayuda mucho en este proceso, porque veo mejor las zonas de luces y sombras y encajo todo mejor", detalla. De hecho, confiesa que ha hecho multitud de fotos en otros puntos de la ciudad para poder dibujar luego en su estudio.

Pintora con otras técnicas, afirma que la acuarela es "la que más engancha. Llevo varios años trabajándola y lo cierto es que es mucho más versátil que otras técnicas. Además, el juego con el agua se presta a una mayor creatividad".

También en el Troncoso se encontraba Eva Mascuñano, quien se enamoró de sus luces y sus sombras. "Me ha llamado mucho la atención", reconoce. Para ella era la primera vez que visitaba Zamora y la impresión no puede ser más grata. "Tiene lugares muy bonitos y es muy pintoresca", describe. Aunque confiesa que la acuarela le ha gustado desde que era niña, fue en 2012 cuando se animó a coger sus primeros pinceles y poco después se unía al este grupo de aficionados

Procedente de Zaragoza, precisamente esta será la próxima sede del encuentro anual de Acuaduna, así que ya está junto a un compañero pensando en los nuevos rincones de la capital maña que enseñarán para que la maleta de sus compañeros se llenen de nuevas imágenes de otro punto de la geografía española.