El típico calcetín que siempre queda impar porque su emparejado se ha perdido, rollos de papel higiénico o el envoltorio de los quesitos. Cualquier material de un solo uso es apto para ser reutilizado, y no hay mejor manera de hacerlo que a través del juego y la diversión. El pasado lunes comenzaba un taller en el Museo Etnográfico de Castilla y León, denominado "Reciclarte". En este, los niños zamoranos de edades entre los 4 y los 8 años realizan actividades consistentes en la creación de marionetas. La actividad, impartida por la ilustradora Alba Bartolomé Regalado, terminó ayer, con mucho éxito entre los más pequeños de la ciudad. Los utensilios reciclables, así, dan pie a numerosas maneras de pasarlo bien, por ejemplo, por medio de la creación de figuras humanas o animales, frutos de la imaginación del propio participante.

En cuanto al desarrollo de las actividades, las marionetas hechas inicialmente, "tienen, más adelante, un acompañante con complementos como tapones de botellas", declara Bartolomé. Además, los recortes de cartulina también son protagonistas en este taller, puesto que con este material los pequeños realizan, de la misma manera, figuras que dan pie a numerosos juegos. Un ejemplo de una de las actividades es la construcción de una marioneta de una rana, junto a lo que come, que pende de un hilo. Precisamente, los animales son uno de los principales protagonistas de las jornadas, y un gato, un conejo o un perro, en función de las preferencias de cada participante, pueden dar lugar a construcciones artísticas muy variopintas con cartones y colores.

De esta manera, "se trata de que aprendan a crear a partir de lo que se supone que no sirve más que para ir a la basura", señala, y "el día de mañana les es muy útil para tener recursos de creación, no aburrirse y aprender que disponen de todo el material sin necesidad de buscar demasiado para poder divertirse", indica la ilustradora. Además de la enseñanza plástica que supone el taller y la destreza manual y creativa que aporta a los más pequeños, "también les sirve para jugar, incluso algunas madres llaman para comentar que, tras alguna de las jornadas, sus hijos se lo han pasado mejor que bien con las marionetas después de salir del aula; es algo que no se va a quedar de adorno", detalla Bartolomé.

La actividad tiene una duración de tres días, desde el 20 de este mes hasta ayer, con una hora y media cada jornada, por las mañanas de 11.30 a 13.00 horas. Los participantes alternan diferentes ejercicios como pintar, recortar o realizar papiroflexia, "para que no se aburran y no se cansen de estar todo el tiempo haciendo lo mismo", apunta la ilustradora que imparte la actividad del Etnográfico.

Antes del comienzo del curso escolar en septiembre, con actividades de este tipo, los zamoranos más pequeños tienen la oportunidad de continuar aprendiendo, de una manera lúdica durante el verano. De esta forma, este taller no finaliza las jornadas para niños organizadas por el Museo Etnográfico de la capital, sino que, a partir del día 28 de agosto una nueva actividad divertirá a los más pequeños durante algunos días, con una cifra limitada de plazas. Bajo el nombre de "Dibuja y nos entenderemos", la actividad, que finalizará el día 30 y que también será impartida por Alba Bartolomé Regalado, consistirá en la creación de dibujos con un lapicero y un papel como únicos medios, manera más que suficiente para expresar una historia, porque "el dibujo es un idioma universal".