Telefónica móviles, Orange, Vodafone, y Xfera móviles (Yoigo) son las compañías que explotan las más de 40 antenas de telefonía móvil que están instaladas en el casco urbano de Zamora, normalmente en azoteas de los edificios más altos de cada zona pero también en ocasiones en postes especialmente diseñados para albergarlas.

Prácticamente desde la aparición de la telefonía móvil, la colocación de las antenas ha levantado una gran controversia, debido a las sospechas sobre posibles efectos perniciosos para la salud derivado de las emisiones de estos elementos, por otra parte imprescindibles para atender la creciente demanda de comunicaciones de la sociedad actual que tiene en el teléfono móvil su principal herramienta para lograrlo.

La Secretaría de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital facilita a los ciudadanos información permanentemente actualizada sobre la situación de las antenas en cada localidad, con la identificación del operador, la banda asignada en megahercios y los niveles de radicación medidos en el entorno, que normalmente son tres aunque pueden ser más, a diferentes distancias y con ángulos variados. Hay que tener en cuenta que algunas antenas albergan los servicios de más de un operador, y también determinados edificios tienen prácticamente juntas dos o incluso más antenas de telefonía móvil de distinas empresas.

Pues bien, el valor de los niveles de emisiones medidos en el entorno están en todos los casos muy por debajo de los límites legales. En la mayoría de los casos consultados por este diario están por debajo de cero (en el entorno, por ejemplo, de 0.02), cuando el nivel de referencia más restrictivo para los servicios de radiocomunicación es de 200. E incluso el nivel de referencia para los distintos servicios de telefonía móvil, según indica el mencionado organismo dependiente del Ministerio de Economía "es siempre superior al valor más restrictivo. Por ejemplo para el servicio de telefonía móvil en la frecuencia de 2000 megahercios es de mil" unidades por centímetro cuadrado.

Una de las controversias estriba en si este tipo de estaciones de telefonía móvil estarían mejor en las afueras de las ciudades, más lejos por tanto de zonas habitadas, aunque no está claro que esta sea la solución. De hecho cuanto más cerca estén las antenas de los teléfonos móviles de los usuarios menos potencia necesitarán para dar el servicio, lo que supone menor radiación. Hay que tener en cuenta también la forma en la que se distribuye la señal de la antena, de tal forma que es posible que quien viva justo debajo reciba menos que un edificio que se encuentre más alejado.

Los detractores de este tipo de estaciones en las azoteas de los edificios argumentan que si bien otros electrodomésticos de la casa, especialmente algunos como los microondas también emiten radiaciones, no hacen en una intensidad mucho menor que las antenas de telefonía móvil, que además están funcionando las 24 horas del día. Hoy por hoy, sin embargo, parece inevitable convivir con las antenas debido a las necesidades de comunicaciones por telefonía móvil, que están llamadas además a crecer como herramientas de comunicación y actividades de la vida cotidiana.

Incluso las localidades que no disponen de estas antenas y por tanto tiene una deficiente cobertura móvil sufren un gran aislamiento.